Todos los barrios de Tejeda acudieron ayer, por primera vez en su historia, a la ofrenda romería que se celebró en el marco de las segundas fiestas lustrales en honor a la Virgen del Socorro.

Con la participación del sacerdote Fermín Romero como maestro de ceremonias -dirigió la entrada y salida de carrozas y rondallas que avanzaban por el estrecho sendero que conducía hacia la imagen de la Virgen-, y con la presencia de la alcaldesa de Tejeda, Encarnación Domínguez, y el alcalde de Teror, Juan de Dios Ramos, algo más de 2.000 personas participaron en la cita ataviados con sus trajes típicos.

La romería, que se extendió durante toda la tarde noche, contó con la participación de unas veinte carrozas y más de diez rondallas, entre las que destacó la agrupación oficial del municipio, Alas del Nublo, que ofrecía seguidillas y folías de manera ininterrumpida, al tiempo que los vecinos bailaban alegre e improvisadamente mientras transcurría la romería.

Muchos niños y bastantes jóvenes protagonizaron el paso ante la Virgen y ellos se encargaban de ir depositando manzanas, arroz o incluso galletas, de una manera apresurada ya que, poco antes de llegar la siguiente carroza, estos alimentos ya estaba siendo trasladados a los camiones que los llevarían hacia las hermanas de los conventos encargadas del reparto final.

Los portavoces de los diferentes barrios mostraron su orgullo de poder participar en esta fiesta tan emblemática del pueblo y muchos de ellos, además de los alimentos, donaban cheques con unas cantidades que siempre oscilaban entre los mil y mil quinientos euros. Según la alcaldesa, Encarnación Domínguez, la romería a la Virgen del Socorro es un momento emblemático para el municipio porque en esas fechas el pueblo cobra una vida inusual en otras épocas del año y porque quienes han vivido allí durante su infancia y su juventud, como era su caso, regresan a Tejeda para reencontrarse con sus familiares. Domínguez también señalaba que era la romería más antigua de la Islas tras la de la Virgen del Rosario en Vegueta.

Muchos vecinos explicaban que la fiesta surgió en un principio para ofrecer a la Virgen lo mejor de las cosechas, pero el objetivo ahora es que el dinero y los alimentos que se depositen ante su imagen sean entregados a las instituciones benéficas de la Isla. La romería de la Virgen del Socorro es una fiesta para el color y la música típica canaria ya que los vecinos acuden vestidos con trajes de la Isla y llevan en sus carretas los productos artesanos de la comarca. Muchos jóvenes, por su lado, reconocían que esta fiesta era muy especial para ellos porque les daba la posibilidad de divertirse de forma relajada en algo que sentían muy cercano al pie del Roque Nublo y el Roque Bentayga. Al cierre de esta edición, los romeros jóvenes y no tan jóvenes se preparaban en la plaza de Nuestra Señora del Socorro para la verbena con Güira Latina y Carácter Latino.