- ¿Qué cuestiones aborda en su último libro?

- El nombre del mismo, La necrópolis de Arteara: síntesis imposible, viene de alguna manera a resumir su contenido. He tratado de condensar el resultado de más de 30 años de investigación en este complejo, y la verdad es que ha resultado casi imposible. Nos hemos esmerado en hacer ante todo un libro divulgativo que llegue con facilidad a todo el mundo con textos legibles e imágenes claras. Me preocupa mucho que la investigación arqueológica se quede en los estantes. Hay que salir a la calle y difundirla. Por eso, ahora, y en relación con este tema, nos quedaría por crear un libro de actividades para que los alumnos conozcan el yacimiento, sin perjuicio de que antes lo visiten, y trabajen con él.

- ¿Qué es lo que llevó hace 30 años a Rosa Schlueter hasta este punto de la Isla?

- En eso han tenido mucho que ver la doctora Mari Cruz Jiménez Gómez y los fundadores del Departamento de Arqueología de la Universidad de La Laguna. Cuando uno llega allí cae embriagado por la belleza del barranco de Fataga y por el trato y amabilidad de sus gentes. El paisaje enamora, y yo lo estoy desde finales de los setenta, cuando me convertí en la directora de las distintas excavaciones que se han ejecutado. La riqueza de la necrópolis es tal que algunos de sus descubrimientos han sido objeto de tratamiento en congresos internacionales de Astrofísica. El fenómeno que se produce cuando amanece, por ejemplo, es muy llamativo. El sol sale por el lado del barranco de Amurga y, por una depresión que existe en la cordillera de la zona, sus rayos inciden directamente en un túmulo conocido con el topónimo del túmulo del rey. También se produce un doble orto solar, que, a grandes rasgos, consiste en que el sol salga dos veces debido a un elemento que hace que éste se oculte por un instante mientras nace el día.

- ¿Qué tiene Arteara para cautivarla tanto?

- Es un lugar mágico con mucha historia. Hay dataciones que sitúan un primer poblamiento del entorno en el siglo V antes de Cristo. Y luego hay una segunda fase de repoblación, a finales del XVII, cuando traen a gentes de otras islas. En la necrópolis hay contabilizados más de 800 enterramientos. Las distintas excavaciones realizadas nos han permitido saber que hay hasta nueve tipos distintos de túmulos.

- ¿En qué estado se encuentra la necrópolis?

- Hace veinte años quedaban 160 túmulos intactos. En aquella época hicimos un levantamiento topográfico con Enrique Vidania y Alejandro Valencia. Volví 10 años después, y ya se contabilizan en ese estado algo más de 80. Se han producido muchos casos de expolio. Hoy puede que queden más de 30, si bien hay zonas que están bastante bien protegidas.

- ¿Nos ha aportado este complejo toda la información que posee?

- Arteara nos ha revelado muchas cosas. Al principio creíamos que todos los enterramientos eran individuales, pero un expolio llevado a cabo por un señor que encontró restos de 13 cuerpos en uno de los túmulos nos hizo cambiar de opinión. También hemos dado con grabados y con el fenómeno del túmulo del rey. Un yacimiento es algo eterno y también puede dar muchísimas sorpresas.

- Existe un ambicioso proyecto, Parkarteara, que busca la creación de un centro museístico en el lugar. ¿La crisis también pasa factura a iniciativas arqueológicas como ésta?

- En esta zona hay dos proyectos interesantes. Uno es la creación del parque arqueológico de Fataga. El lugar tiene todas las condiciones para ello y el Cabildo y el Gobierno de Canarias saben que deberían crearlo. Encima tiene el blindaje de estar en un parque natural, que es algo bueno. Y luego está el centro museístico, el proyecto Parkarteara, que cuesta mucho dinero, pero que vale la pena. Su creación no supondría modificación alguna del paisaje y, entre otras cosas, serviría para crear puestos de trabajo. Pero lamentablemente estamos en un momento en el que no hay dinero para muchas cosas.

- ¿Qué valoración hace de la implicación de las instituciones en la conservación y difusión del contenido de los yacimientos prehispánicos en la Isla?

- La implicación ha sido desigual, todo ha dependido del partido político que ha estado al frente. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Cabildo, a través del Patronato de Turismo, están muy interesados en Arteara. Por el contrario, la pena son los destrozos que hemos sufrido allí, en el pequeño centro de interpretación que tenemos, con sus puertas y paneles rotos por unos bestias.