La suma de los sueldos de los 21 alcaldes que tiene la isla de Gran Canaria supone para las corporaciones locales un desembolso anual de cerca de 770.000 euros, según los cálculos realizados por este periódico tras consultar los emolumentos que estos perciben y que están incluidos en los respectivos presupuestos municipales.

De esta cantidad, los regidores disponen en mano de poco más de 540.000, ya que a la mencionada cifra bruta hay que descontarle las retenciones que se practican a cuenta del IRPF y de la Seguridad Social.

El dato presenta una ligera variación a la baja con respecto al disponible el pasado año. Y de ello tiene culpa la aplicación del famoso decreto difundido a mediados del presente ejercicio y que, con la bendición de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), ha supuesto una reducción en los salarios de los alcaldes que ha oscilado entre el 5 y el 15 por ciento, dependiendo siempre de la envergadura de los emolumentos y ajustando los salarios a la dura realidad de la crisis económica que sigue azotando al país.

El ranking lo encabezaría la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, María del Pino Torres, quien arrancó el año con una partida bruta anual asignada de 78.885 euros distribuida en 14 pagas y a la que habría que descontarle las preceptivas retenciones. Con tales mimbres, y simulando un hipotético prorrateo de sus pagas, Torres habría percibido una media de 4.600 euros limpios al mes, si bien con el ajuste aplicado a mediados de año su salario líquido sería ahora levemente superior a los 4.000.

En segundo lugar, y a tenor de los datos facilitados por Augusto Hidalgo, concejal de Personal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, se situaría Jerónimo Saavedra, que tiene fijado un sueldo limpio mensual de unos 3.795 euros. El podio, como es de prever, lo completa Francisco Santiago. El alcalde de Telde cobra, siempre según estos hipotéticos prorrateos de las pagas, algo más de 3.700 al mes.

El denominado club de los 3.000 también está integrado por los regidores de Mogán (Francisco González, 3.625), Teror (Juan de Dios Ramos, 3.220), Santa Brígida (Lucas Bravo de Laguna, 3.181), Arucas (Juan Francisco Padrón, 3.115) y Guía, localidad de la que recientemente ha tomado las riendas Pedro Rodríguez tras la marcha de Fernando Bañolas y en la que van a mantener los emolumentos establecidos en su día, que suponen unos 3.063 euros.

Tras ellos se sitúa un grupo de alcaldes que cobran entre 3.000 y 2.500 euros. Son los casos de Silverio Matos (Santa Lucía), Teodoro Sosa (Gáldar), Antonio Morales (Agüimes) y Gregorio González (San Mateo).

En el penúltimo escalón se hallan los regidores de Ingenio (Juan Díaz), Valleseco (Dámaso Arencibia) y la villa de Firgas (Manuel Báez).

Al contrario de lo que se pueda pensar, el antiguo puntal de lucha canaria no es el responsable municipal que, con sus 1.580 euros al mes, sale más barato al conjunto de los ayuntamientos grancanarios. Y es que hay otros seis colegas -los de Agaete, Artenara, La Aldea de San Nicolás, Moya, Tejeda y Valsequillo- que no suponen gasto alguno a los consistorios a pesar del trabajo, dedicación y esfuerzo que le ponen al asunto.

Son alcaldes liberados que antes de dedicarse a la vida política ya contaban con un puesto de funcionario en la administración o, como en el caso de Guacimara Medina (Artenara) desempeñan otras funciones en otra institución pública (es parlamentaria regional).

En este grupo están Antonio Calcines (Agaete), que por su condición de médico estima que cobra unos 30.000 euros limpios al año distribuidos en 14 pagas, y el también galeno Antonio Perera (Moya), que prefiere "reservarse" la cuantía de su nómina.

En el equipo de profesores y maestros se sitúan Tomás Pérez (La Aldea), Encarna Domínguez (Tejeda) y José Miguel López (Valsequillo).