El intermediario te vacila, se queda con dos tercios del precio final del producto y de lo que paga te quita las mermas". Carmelo Santana lleva dos años dedicado a la agricultura tras la crisis de la construcción, y hace esta denuncia en El Palmital de Telde ante una finca de fanegada y media plantada de papas. Este productor es uno de los treinta que forman la cooperativa Cosecha Directa y explica que "estar en manos de los intermediarios supone no sólo estar a expensas de lo que quieran pagar por el producto, sino aguantar que den prioridad a cultivos de fuera porque manejan el mercado".

Además de buscar la cercanía con el consumidor, esta cooperativa pretende potenciar el cultivo de papas, habichuelas, zanahorias, lechugas y coles y de vegetales como las cebollas porque han visto que se importa mucha producción de Chile y Perú debido a que en la Isla no se cosecha todo el año. A través del portal de internet que han creado esperan también que la idea llegue a todo el sector primario y se sumen más productores.

Precisamente Antonio Suárez, presidente de la cooperativa, que se encuentra en la misma finca de El Palmital matiza que la idea es tener un control sobre la producción, que el agricultor conozca el precio de venta y también los que demanda el mercado para producir en consecuencia.

"El Merca es la muerte del agricultor", sentencia Genaro Santana Peñate, tras bajarse del tractor con el que ara un terreno en Telde donde recogió calabazas pequeñas que luego se vendieron por Halloween. Este productor, que echaba hormigón durante el boom de la construcción, además de plantar papas, habichuelas, zanahorias, y cebollas, se ha lanzado con la uva y la crianza de cochinos negros. Explica que la producción la coloca en supermercados y pequeñas tiendas y anima a otros agricultores a apostar por este proyecto para las riendas del campo las lleven los que cultivan. Destaca que ya es hora de que el agricultor por lo menos pueda cubrir los costes y pueda vivir de los que produce. Apunta que en Mercalaspalmas apenas pagan 30 céntimos por un kilo de zanahorias al productor y en el supermercado se venden a 1,20 euros con lo que es evidente quien gana.

También Pedro Suárez que se dedica al cultivo de fresas y berros en Tenteniguada ha logrado con este proyecto vender de forma directa al ama de casa y esto le ha permitido comprobar que las clientas están satisfechas con la calidad. El kilo de berros los comercializa a dos euros, un euro menos que en el supermercado. De sus fresas dice que no es lo mismo llevárselas recién cogidas que las que llegan de fuera.