El cambio climático es el causante de los reiterados destrozos en las playas del sur de Gran Canaria, cada vez más frágiles por el efecto de los temporales procedentes del Atlántico. Estudios de la Dirección General de Costas aseguran que el anticiclón de las Azores ya no tiene la fuerza que tenía anteriormente y, por tanto, no desvía las borrascas hacia el norte, hacia el mar Cantábrico, por lo que muchas de ellas cruzan el Archipiélago y afectan de lleno a las playas canarias orientadas al suroeste.

Esta es la explicación del jefe de la Demarcación de Costas de Canarias, José Miguel Pintado, para lo ocurrido en Taurito, Amadores o Patalavaca, que en los dos últimos días han perdido el 80% de la arena y se suman a la relación de playas deterioradas por el mal tiempo. Esa lista sigue encabezada por Maspalomas, que en la última semana ha perdido la arena que había tras el temporal del mes de febrero.

Antes de que el cambio climático influyera sobre el anticiclón de las Azores, explicó Pintado, solo uno o dos temporales pasaban cada año sobre el suroeste de las Islas, pero ahora lo hacen con más frecuencia. En esta ocasión, la borrasca de viento ha coincidido con un fuerte oleaje, por lo que las horas de pleamar el agua barrió las playas y se llevó la mayor parte de la arena.

Por su parte, el jefe de Predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología en Canarias, Jesús Agüera, achacó los daños en el litoral de Mogán a esa conjunción de factores y a que esas playas del sur tiene menos protección natural que las del norte.