Mis antepasados entraron por Castillo Romeral a finales del siglo XIX y se establecieron en Valsequillo hasta que mis padres y mis tíos vinieron al barranco del Polvo donde establecieron los corrales y vivieron en dos cuevas". Así lo recuerda José Guedes Rodríguez, que tiene 83 años. Su padre Manuel y su tío Antonio Guedes López son la primera de las cuatro generaciones de pastores de una misma familia, ya que su hijo Pepe Guedes Guedes y sus nietos Juan Andrés Vizcaíno y José Miguel Guedes Trujillo han seguido con la tradición.

José Guedes Rodríguez ha llegado a tener unos 700 animales, de los cuales 400 eran cabras y 350 ovejas, atendiéndolos con dos perros de raza canaria. Ha estado dedicado toda su vida al pastoreo, aunque un tiempo trabajó en la agricultura, gracias a lo cual ayudó a sus padres a comprar un solar por 600 pesetas y construirlo con 2.500 pesetas más a principios de los años 30 del siglo pasado. Justo su vivienda dio nombre al barrio Casa Pastores, en Santa Lucía.

José Guedes ha llevado a pastorear su ganado por San Bartolomé de Tirajana y Santa Lucía. Además, ha estado en muchos colegios y fiestas de la mayoría de las Islas Canarias. En la actualidad sus descendientes disponen de seis millones de metros cuadrados de superficie donde pastan sus ovejas y ganado.

Además, el patriarca de los pastores santaluceños ha sido campeón de las siete islas con sus flautas, además de ser un especialista en el cuerno del macho. José Rodríguez ha hecho miles de flautas en sus tiempos de pastoreo y ha repartido la mayoría entre los escolares. En su casa tiene unas 200 flautas.

Cuando hace ocho años, dijo a sus hijos: "Si quieren las cabras y las ovejas se las doy. Lo único que les pido es que me den leche y queso para seguir viviendo". Así fue. Ahora su hijo Pepe Guedes Guedes y su nieto Juan Andrés Vizcaíno dan continuidad a la misma cantidad de ganado. Su hijo atiende 350 ovejas y un centenar de corderos y su nieto 400 cabras y unos 300 baifos.

Pepe Guedes tiene 49 años y lleva de pastor desde los 14 años. "Estoy contento de continuar con la tradición del pastoreo. No he tenido ningún otro oficio y estoy satisfecho de trabajar al aire libre". "Ahora estamos fastidiados porque nos están acribillando desde todos sitios. Cuando vamos a pastorear los vecinos, Medio Ambiente y la Policía nos ponen impedimentos", lamenta.

Juan Andrés Vizcaíno dejó su trabajo para hacerse pastor y alega que la ganadería no recibe el apoyo que necesita.