La playa de Maspalomas se mantiene como la atracción de la mayoría de los turistas, aunque muchos tienen que desplazarse hacia la zona de la Punta. Los vientos del Sur han hecho que las calas del Faro estén repletas de piedras. Así lo explicaba ayer el encargado del servicio de hamacas, Sergio García. "Los turistas buscan las zonas que sean más accesibles al baño, pero esperamos que la arena se vuelva a recuperar, porque esto son ciclos naturales", señaló.

García aseguró que "para ser la época del año que estamos, la ocupación es buena, porque hay bastante afluencia de turistas, aunque esta zona de la playa no está en condiciones para que muchos usen las hamacas y luego disfruten del baño". De suyo las familias con niños se suelen situar junto a la charca, donde hay más arena y se puede acceder a la playa con facilidad.

"Llevo más de 25 años y esto es normal. Los vientos alisios vuelve a colocar la arena en su sitio, lo que pasa es que hay que darles tiempo", insistió Sergio García. En cualquier caso, muchos incondicionales de la playa manifestaron que "resulta incómodo bañarse en esta zona".

Sin embargo, algunos empresarios y usuarios de la playa, como surfistas, consideran que la causa del traslado de arena y el incremento de piedras no está sólo en los vientos del Sur. "Los tractores del Ayuntamiento llevan años cogiendo arena de las dunas para poder colocar la pasarela de madera de la zona del Faro al puesto de la Cruz Roja. Y eso está mermando la calidad de la playa y la cantidad de arena", apuntó Sebastián Morales.

"Además, el tractor ha estado cogiendo callaos de la playa del faro de Maspalomas para colocarlos en la orilla, lo que hace que cuando las olas baten en vez de entrar con menos fuerza por el arrecife de callaos. Ahora el mar bate directamente contra la playa y se lleva la arena más rápido", añadió Morales.

Otra empresaria apuntó que al ser pequeñas las piedras se mueven con más facilidad y hace que los visitantes y paseantes se caigan. "Todo esto perjudica, porque al haber menos arena en la zona del Faro apenas vendemos y el comercio se muere poco a poco", insistió Sebastián Morales. El surfista Nabil Carrascal también comentaba que "la retirada de callaos de la cala del Faro hace más difícil coger olas porque hay mucha corriente y piedras. Apenas hay arena". Pero todos siguen firmes. Esperan la arena.