Los once centros de día de mayores de Gran Canaria dependientes de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias mantienen activos a 14.738 personas. Gracias a las múltiples actividades de ocio y tiempo libre que desarrollan, los ancianos y ancianas se revitalizan y logran alargar su edad. Así lo manifiestan responsables, técnicos y usuarios de los centros de día de la Isla.

"Los centros se convierten para la mayoría su segundo hogar y para un buen grupo casi la única porque aquí pasan el mayor tiempo del día", manifestó el coordinador del centro de mayores de Telde, Agustín Pulido. "Nuestro trabajo se centra en favorecer un envejecimiento activo a través de la optimización de las oportunidades de bienestar físico, social y mental para ampliar la esperanza de la vida saludable, la productividad y la calidad en la vejez", añadió.

Al igual que en la mayoría de centros de día, el de Telde, que cuenta con 4.138 socios, realiza actividades de pintura, macramé, bordados, manualidades, yoga, corte y confección, talleres de folclore, ensayos de música canaria, grupo de baile, mantenimiento físico, teatro, informática, salidas culturales y de ocio.

"También realizamos actividades entre diferentes generaciones, encuentros con escolares y jóvenes, que benefician a todos", comenta Pulido. "Indudablemente los centros revitalizan a los mayores y les previenen de enfermedades psicológicas y emocionales", destacó el coordinador.

En el mismo sentido, el centro de día de La Isleta, que cuenta con 2.391 socios registrados, acoge a una media de 600 mayores al día que participan en unos 25 talleres. El director del centro, David Peñate, destacó la importancia que tienen las actividades que realizan en los 4.000 metros cuadrados. Además, de las actividades citadas los mayores disfrutan de bailes, salidas culturales, senderismo y unos 60 participan en clases de adultos, ya sea para aprender a leer o perfeccionar su lectura.

"El ambiente es muy bueno, porque para muchos el centro es su segunda casa. La gente se mantiene activa, superando muchos la fase de ir al centro de salud por falta de actividades", indicó. "El centro es un recurso interesante y vital, porque cada vez hay más jubilados", añadió Peñate. El auxiliar del centro de Agaete, Manolo Expósito, destacó "el buen ambiente existente entre los mayores, algunos de los cuales han formado un grupo de teatro y una rondalla".

Aportación técnica

La trabajadora social del centro de día de Ingenio, Cecilia Meiler, hizo hincapié en la aportación de los técnicos, "ya que ayudan a mejorar la convivencia a través de las actividades". Dicho centro, con 644 socios, tiene talleres de guitarra, calados, barbilla, de gimnasia y masajes, además de juegos y excursiones.

El responsable de cultura de Ingenio, Miguel Rodríguez, manifestó que "el centro es muy importante, porque los mayores podemos venir a jugar una partida al dominó, al ajedrez o cualquier actividad. Esto es fundamental para evitar que muchos se encierran en su casa sin saber dónde ir". "Es algo fabuloso que nos ayuda a la convivencia, a dialogar y, sobre todo, a sobrevivir", según los mayores Manuel Herrera y Pedro Rodríguez.