Nosotros somos los Kennedy de Telde". Pablo Rodríguez esboza una sonrisa cuando se le pregunta por la manera en la que la política despertó un gusanillo en su interior. En la ciudad de los faycanes son pocos los que desconocen que el nuevo concejal electo de Coalición Canaria (CC) es el hijo del recientemente desaparecido Juan Rodríguez Betancor. Pero lo que no sabe mucha gente es que el interés por la cosa pública viene en esta familia de mucho tiempo atrás, concretamente de al menos 75 años atrás. "Además de mi padre, mi abuelo fue concejal... y mi bisabuelo también lo fue. Todos en Telde", explica risueño.

Con Avelino Trujillo Galindo se inició una estirpe de munícipes que hoy, tras los comicios celebrados el pasado domingo, logra tener continuidad en la figura de este joven de 29 años que afirma haber mamado desde muy pequeño "los genes" de la cultura democrática. "Desde que tengo uso de razón recuerdo las sensaciones que se viven en la sede de un partido en la noche de las elecciones", concreta. "Estoy impregnado del espíritu de la política y del sentir de izquierdas".

Avelino fue edil por el Partido Republicano Federal en la última corporación democrática que tuvo la ciudad antes del alzamiento de 1936. Al bisabuelo de Pablo, ascendente por línea materna, lo persiguieron los franquistas "haciéndole perder su oficio de carpintero", recuerda su bisnieto en su web oficial www.pablo2011.com.

En aquella corporación ya figuraba Domingo Valido Vega, yerno de Avelino, abuelo de Pablo y representante socialista en la corporación. Tampoco le sonrió a él el destino, pues por sus ideologías fue recluido en el campo de concentración de la montaña de Gando.

Luego llegaría Juan Rodríguez Betancor, la persona que sin pretenderlo obnubiló a su hijo y le despertó de lleno el interés por este mundo. "De él te puedo decir que fue detenido en tres ocasiones por participar en la reorganización del Partido Comunista", asevera su vástago tras invitar a dar un paseo pormenorizado por su web.

Juan Rodríguez pisó el consistorio teldense en 1979. Fue concejal de Cultura hasta 1983 y en 1987 se convirtió en la mano derecha de Marcelino Galindo. En 1993 abandonó la política. Ahora, casi 20 años después, esta particular saga de demócratas regresa a la bancada para afrontar nuevos retos, como el ayudar a dar con la fórmula que otorgue una mayoría absoluta al próximo pacto de Telde.