El pacto del Cabildo grancanario ya es "tripartito" y fue rubricado ayer por Bravo de Laguna; la presidenta insular del PP, María Australia Navarro; los dos consejeros de CC, Fernando Bañolas y Antonio Hernández Lobo; y el centrista Juan Domínguez. Este último no ocultó sus diferencias con sus socios de CC al asegurar que fue el empeño del CCN el que "ayudó a que otras fuerzas políticas se sumaran al pacto", en clara referencia a los contactos de Bañolas con el PSC para buscar un acuerdo alternativo.

Las discrepancias entre los dos grupos nacionalistas respecto al reparto de áreas estuvieron a punto de frustrar el pacto en dos ocasiones, el martes y el jueves, pero Bravo lo solventó con la advertencia de que estaba dispuesto a gobernar solo con el CCN. Bañolas excluyó a los centristas de la negociación con el PP y decidió ceder a Juan Domínguez la Consejería de Industria y Comercio, pero "después cambio de opinión al creer erróneamente que en esa área podría colocar a más gente que en otras", aseguraron fuentes del CCN.

El miércoles, según la misma fuente, el líder de CC intentó introducir una cláusula en el pacto para que recayera en el portavoz de CC, él mismo, la designación de los cargos intermedios de las tres consejerías nacionalistas. Los centristas se plantaron e hicieron venir de Tenerife a Ignacio González, quien se desmarcó de Bañolas y ofreció a Bravo el voto del CCN, lo que dejaba al dirigente de CC ante el peligro de irse a la oposición del Cabildo junto a Carolina Darias y Román Rodríguez.

Eso obligó a Bañolas a cerrar el acuerdo el mismo miércoles, en una tensa reunión. Su intención era esperar una semana más, hasta que concluyeron las negociaciones entre CC y PSC para el pacto en el Gobierno regional.

Bañolas, según admitieron ayer fuentes nacionalistas, cerró el acuerdo sin consultar a Paulino Rivero ni a la dirección de CC, de ahí que cogiera con el pie cambiado a los negociadores de CC y PSC, que se apresuraron a declarar el jueves que el Cabildo seguía en la lista de los pactos en cascada.

La pelea entre los dos grupos nacionalistas tuvo su último episodio en la mañana de ayer. Según fuentes centristas y populares, Bañolas pidió que los representantes del CCN no estuvieran en la firma de los documentos, a lo que estos se negaron. De hecho, los dirigentes centristas presentes en la firma dieron un respingo en sus asientos cuando Bañolas aseguró que el acuerdo se había alcanzado "sin ninguna dificultad". Bravo de Laguna si admitió que los pactos "no son fáciles".