El frente de callaos que cruza toda la mitad de Meloneras a partir de la orilla ha provocado que la playa cuente cada día con menos bañistas. "Las familias con niños y los turistas han dejado de venir porque no se pueden bañar o se han ido con las rodillas rotas", lamenta Aurora González, que relata al detalle cómo era Meloneras cuando tuvo entre sus visitantes a la duquesa de Kent y a tantos personajes famosos. Tras casi cincuenta años a pie de playa desde el chiringuito Casa Serafín, ahora renovado, Aurora González denuncia que Meloneras no ha estado tan abandonada. Critica las últimas promesas incumplidas del grupo de gobierno saliente de San Bartolomé de Tirajana, que aseguró a los propietarios de negocios que iban a pedir a la Demarcación de Costas permiso para poner arena en la playa antes del verano. Parece que la alcaldesa les habló hasta de un espigón que serviría para impedir que las corrientes del Faro se llevaran el árido.

Si bien, por encargo municipal, últimamente un tractor abre diversos accesos entre el pedregal para facilitar el baño, el camino, según explica Aurora González desaparece en pocos días por el oleaje. Confiesa incluso que antes no había que pedir permiso a Costas puesto que cuando el mar se llevaba la arena de la playa su marido pagaba un tractor y quitaban las piedras "ya que lo importante era tener todo cuidado para el turista".

Desde otro de los negocios que están en Meloneras, Josué lo explica de forma muy explícita: "Sólo vendo escarpines y calamares". Este joven también apunta que las labores de un tractor sobre los callaos poco resuelven, puesto que enseguida el mar levanta otra vez una especie de muro de piedras que convierten el deseo de darse un baño en una tarea más que incómoda para muchos turistas e imposible para los niños. Josué lamenta que la playa esté tan "desierta de turistas" cuando el sol y el mar animan a quedarse y además, a pocos metros hay tantos hoteles de lujo.

Precisamente los directivos de muchos de los complejos hoteleros que se han levantado en lo alto de la playa de Meloneras reconocen que sus clientes prefieren incluso caminar y llegar a a Maspalomas o El Inglés. Pese a que

"es una vergüenza cómo el Ayuntamiento ha descuidado la playa" denuncia Alejandro Armando, relaciones públicas del Ciao Ciao. "Meloneras siempre fue una playa muy linda, muy familiar, donde daba gusto bañarse, pero ahora da hasta asco tumbarse en una hamaca", añade.

Este empleado turístico entiende que los regidores del Ayuntamiento de San Bartolomé deben pedir a Costas que autorice una actuación para recuperar la arena de porque es imposible tener la playa en las condiciones para el baño que tiene, puesto que "los pocos turistas que intentan bañarse acaban con heridas y golpes en los pies".