El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha dejado que Meloneras, la playa en torno a la que se han levantado los hoteles de más lujo del municipio, pierda la bandera azul. El distintivo se logró en 2010, con lo que el galardón sólo ha durado un año. Pero el motivo no parece claro, mientras que el inspector en Canarias de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), Eladio Díaz, señala que la playa sólo tiene un socorrista y debe tener dos, el responsable de Cruz Roja, Gerardo Santana Cazorla, rechaza el argumento y desvela que la verdad es que el muro de callaos, que "hasta cortan los pies", hace casi imposible el baño.

Pero, la decisión no cogió por sorpresa a la corporación saliente de Bartolomé de Tirajana puesto que el inspector Eladio Díaz insiste en que advirtió al concejal de Playas, Carlos Álamo, de que el jurado iba a rechazar la candidatura de Meloneras precisamente por no tener a los dos socorristas. Álamo, aún en funciones, evita aclarar los motivos por los que Meloneras no pasa la prueba de calidad y sólo expone que "la culpa" es de su antecesor, Jerónimo Guedes, de Agrupación de Vecinos, grupo de dejó el gobierno meses antes de las elecciones y que justo su candidato a la alcaldía, Marco Aurelio Pérez, resultó electo.

El responsable de Cruz Roja insiste en el problema de las piedras y en que la presencia de otro socorrista se podía resolver con alguno de otras playas. El Ayuntamiento paga a Cruz Roja 603.000 por la vigilancia de las playas del municipio.

Díaz insistió en que pedregal no dejó a Meloneras sin bandera. A este respecto, aclaró que "las piedras forman parte del ecosistema de las playas, y no por ello se tiene que quitar la bandera. Eladio Díaz destacó que la basura o unas obras sí que pueden restar puntos a la hora de conceder esta distinción. Insistió en que los regidores municipales, como es el caso de San Bartolomé, no terminan de comprender que garantizar la seguridad en las playas es esencial para poder dar calidad turística. Por contra, el grupo de gobierno dio más importancia a la construcción de unos baños que costaron 68.000 euros, ya que los turistas iban al centro comercial.