Alrededor de cuarenta internos de la prisión de Salto del Negro de la capital grancanaria serán los primeros que ocuparán a finales de este mes la nueva cárcel Las Palmas II, ubicada en Juan Grande, al sur de Gran Canaria, y que tendrá una capacidad máxima para 1.700 presos.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, afirmó durante el acto de inauguración de la prisión que era una demanda de los familiares de presos canarios desde hace 20 años y añadió que el centro podrá estar a pleno rendimiento en el plazo de un año.

Dijo además que pretende ser el "buque insignia" de la política penitenciaria española y señaló que las 80 mujeres que actualmente cumplen prisión en Salto del Negro serán el segundo grupo que se trasladará a la nueva prisión a lo largo del verano.

Gallizo indicó que a finales del verano comenzará la conducción desde la Península de 80 presos canarios que cumplen condena allí y aseguró que el nuevo centro y las actuaciones penitenciarias que se llevan a cabo en Canarias permitirán alcanzar el objetivo de trasladar al archipiélago a los 1.500 presos que están fuera de las islas.

De ellos, 1.000 son residentes grancanarios y progresivamente se trasladarán a la nueva cárcel, así como los internos de Gran Canaria que se encuentran en otros centros de la isla, el mayor número en Tenerife, donde puede haber unos 200, con lo que se conseguirá el acercamiento a sus familiares.

Además, a través de las oficinas del INEM de la zona se ha contratado a 34 trabajadores para desarrollar labores de mantenimiento, si bien se espera ampliar esta cifra, según indicaron fuentes Penitenciarias.

Tanto Gallizo como el vicepresidente del Gobierno canario, José Miguel Pérez, y el director general de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos, Juan José Azcona, destacaron el trabajo y esfuerzo efectuado por las distintas instituciones para hacer posible el nuevo centro, pese a la oposición mostrada por los vecinos de Juan Grande y San Bartolomé de Tirajana.

Gallizo destacó también el importante esfuerzo inversor que ha desarrollado el Estado en materia penitenciaria por las necesidades que presentaban las islas, donde desde 2004 se han construido dos centros de internamiento social en régimen abierto en Lanzarote y Tenerife.

Además, se ha ampliado la cárcel lanzaroteña de Tahíche, se edifica una unidad de madres en Tenerife, que será la primera de las islas, se hará un centro de rehabilitación también en Las Palmas destinado a presos con primeras condenas y cortas.

La nueva cárcel de Juan Grande, que ha supuesto una inversión de 114 millones de euros, cuenta con 1.194 celdas distribuidas en 16 módulos residenciales, uno de régimen cerrado, otro de ingresos, salidas y tránsitos y otro de enfermería.

Además, cuenta con cocina, panadería, lavandería, aulas, biblioteca, polideportivo, piscina, talleres y un edificio para comunicaciones de internos con familiares o abogados.

En la construcción de Las Palmas II se han introducido algunas novedades respecto a otros centros penitenciarios similares, como es el caso de las celdas que miden casi 13 metros cuadrados, en lugar de los diez de otros centros.

También dispone de talleres formativos de cocina y jardinería para los internos y se han sustituido las luminarias tradicionales de las celdas por leds, lo que supone ahorro energético y un bajo coste en mantenimiento.

El centro está concebido como una pequeña ciudad en la que hay diferentes edificios destinados a dar cumplimiento a las necesidades de las personas allí internadas para favorecer su reinserción social a la vez que se garantiza su custodia, de la que se encargarán en su interior 500 funcionarios y en el exterior y accesos la Policía Nacional.

También cuenta con una zona sociocultural y deportiva con aulas para la formación de los internos, biblioteca, auditorio y un edificio destinado a enfermería con 64 camas y diversas consultas para atención especializada como odontología, traumatología y radiología, y en él trabajarán ocho médicos y entre diez y 12 ATS.

El área sanitaria dispone de instalaciones necesarias para telediagnóstico y telemedicina, lo que permite mejorar la asistencia a los internos y reducir el número de traslados a centros hospitalarios.