Estuve muy nerviosa y temí que iba a perderlo todo al ver las llamas tan cerca de mi casa y la de mi hijo", declaró ayer Teresa Guedes Martel, vecina de Lomo Caballo, en La Pasadilla, una de las siete personas que sufrieron la angustia y la sensación de peligro al ver el fuego a unos diez metros de uno de los costados de ambos inmuebles unidos.

Severiano Guedes Guedes, hijo de Teresa, explicó que "estábamos cenando, pasadas las diez de la noche del martes, cuando una vecina me llamó al teléfono móvil y me dijo: 'Tu casa está rodeada de llamas".

El incendio se inició poco antes de las 22.00 horas del martes en la zona conocida como La Cañada, próxima a la carretera y a unos pastos y monte bajo. El fuerte viento y las altas temperaturas propiciaron que en pocos minutos el fuego se extendiera por la loma y estuviera, por un extremo, cerca de las dos viviendas de la familia Guedes, y por el otro lado próximo a unos establos del vecino Antonio Lozano. Las llamas quemaron algo más de 1,5 hectáreas de pastos y monte bajo.

Después de que se alertase a la Policía y a los Bomberos del Consorcio, Teresa Guedes, que salió de la casa junto a dos hijos, una nuera y tres nietos, se quedó a la expectativa y muy preocupada, viendo cómo subían las llamas, y con el miedo de que llegara a su casa y a la de su hijo, y que alcanzara también a sus 20 cabras, perros y gatos.

"Este no es el primer incendio en esta zona de La Pasadilla, pues al menos ha habido tres. Uno de ellos fue, posiblemente, por un volador que cayó por aquí. Lo controlaron rápido y fue algo pequeño", manifestó Teresa, de 74 años, que tiene seis hijos, doce nietos y un biznieto, y que bien sabe lo que es trabajar en el campo.

Las dos familias que se vieron afectadas por el fuego, tanto la de Teresa Guedes, como la de Antonio Lozano, se mostraron ayer muy agradecidas por el trabajo realizados por todos los efectivos. El fuego fue controlado y casi extinguido sobre las 00.30 horas de ayer.

"Me puse nervioso y muy preocupado por esas llamas que subían muy deprisa por la loma. Temí que llegaran, primero, a uno de los establos donde tengo animales -dos cochinas preñadas, cinco cochinillos, 17 gallinas y 12 perros-, y luego a mi casa y a los establos donde tenemos las vacas. Todos nos pusimos a sacar a los animales. Gracias a Dios y a los bomberos todo se resolvió bien", declaró Antonio Lozano.

Severiano Guedes fue atendido por el SUC al sufrir un esguince en uno de sus tobillos al perder el equilibrio y caerse cuando colaboraba en el traslado de los animales de Lozano. Los efectivos que actuaron fueron los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria; personal de Medio Ambiente del Cabildo; Policía Local; Guardia Civil; ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) y Protección Civil.