| Mayores sin empadronar. El hecho de que muchos jubilados alemanes se hayan acostumbrado a pasar los meses de frío en el Sur hace pensar que quizás esta población extranjera es aún mayor. Este hecho preocupa al nuevo cónsul de este país sobre todo porque pretende conocer a qué compatriotas debe ayudar porque muchos son mayores y tienen hasta problemas con el idioma y en algún momento no saben adónde dirigirse para resolver cualquier asunto.

| Indigentes. La crisis ha dejado en la calle no sólo a canarios, sino a los extranjeros. En el Sur se ha detectado que hay un grupo de ciudadanos de otros países que viven en la calle o en barrancos y con casos que ni siquiera se sabe de dónde proceden. El cónsul se mostró dispuesto a ayudar a sus compatriotas sin recursos.