Los aldeanos están en fiestas en honor a su Santo Patrono, San Nicolás de Tolentino, y en la tarde de ayer bailaron su tradicional Bajada de La Rama, uno de los tres actos multitudinarios junto a la Romería Ofrenda de hoy y la Fiesta del Charco de mañana 11 de septiembre. El ritual aborigen canario para rogar al dios Alcorac la lluvia, congregó a cantidad de vecinos y gente de todas partes que recorrieron los tres kilómetros del trayecto cargando ramas de pino y bailando al son de la música popular, en una tarde noche llena de colorido y sin incidentes mayores, tan sólo las típicas intoxicaciones etílicas.

Todo el mundo, niños, jóvenes y mayores, cuando el reloj marcó las cinco de la tarde, emprendieron el camino rodeados de papagüevos y agitando las ramas. Ni el calor, unos 30 grados a la sombra, ni la cantidad de gente, 1.200 que iban en alza al ritmo que la rama avanzaba, según Cruz Roja, achantaron al personal que disfrutó de la fiesta como si no hubiera mañana. A las ocho de la tarde la rama llegaba a la iglesia, punto que marca la mitad de su andadura, mientras las bandas de Agaete y El Charco tocaban sin cesar. Aún les quedaban por lo menos tres horas más de intensa parranda.