La nueva campaña puesta en marcha por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria para salvar pardelas ha cerrado ya su primera semana con la suelta de cerca de 300 aves, según fuentes del departamento que dirige María del Mar Arévalo.

La iniciativa, que atesora ya 23 años de experiencia, ha conseguido recuperar de una muerte segura a más de 15.000 ejemplares en su prolífica trayectoria gracias a la implicación de distintos colectivos que, encabezados por las asociaciones Avafes y Amigos de las Pardelas en la vertiente educativa y el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tarifa, cuenta entre sus socios con las policías locales, la Guardia Civil y los escolares de la Isla.

Tras las sueltas desarrolladas desde el 26 de octubre en Tufia, Las Coloradas, La Caleta y Las Salinas, ayer les tocó el turno a los alumnos de la escuela unitaria de El Risco, en Agaete. La chiquillería se citó pasadas las doce en el barranco del Risco para disfrutar de una charla de concienciación sobre las peculiaridades de esta ave y, sobre todo, disfrutar con la suelta de medio centenar de crías. En los acantilados de Mogán, mientras, fueron otras 25 las que pudieron remontar el vuelo.

Todas ellas habían sido recogidas la noche anterior en distintos puntos de la geografía insular, con especial énfasis en las zonas costeras, donde las luces de los paseos provocan su desorientación y precipitación al suelo, donde se golpean y sufren diversos daños. La fisonomía de estas aves, de patas muy cortas y alas grandes, dificulta que puedan remontar el vuelo desde el suelo una vez que se han caído, de ahí el interés del Cabildo de poner todos los medios a su alcance para prolongar la vida de todas aquellas crías que puedan superar el accidente.

En principio, las pardelas se dedicarán en los próximos días a emigrar hacia el hemisferio sur, donde es verano. Dentro de unos seis años, si todo va bien, volverán a las Islas para reproducirse. La campaña de este año se prolongará hasta el día 12 de noviembre. El muelle de las Nieves, en Agaete, es uno de sus puntos neurálgicos.

Allí se espera que en la noche de hoy se pueda recoger otro centenar largo de estas conocidas aves migratorias.