El presidente del grupo Domingo Alonso se atrevió a señalar que el "espíritu que se ha instalado en la Administración canaria es el torear a todo el que acude a hacer un trámite o gestionar cualquier proyecto". A este respecto, se mostró "harto" de ver que entre el Ayuntamiento de Telde y el Cabildo grancanario el grupo que lidera no podía construir en La Pardilla un edificio para centralizar las oficinas. Así preguntó a sus abogados de quién era la culpa y le respondieron que las "pegas" las ponían varias administraciones. "Hay que cortar estos malos hábitos porque un funcionario no puede paralizar un proyecto por una firma o por un papel que falta", añadió.