Yedna Botet Castañeda, la joven de 22 años que ayer falleció por las graves quemaduras sufridas en la doble explosión ocurrida el pasado miércoles en el hotel Cordial Mogán Playa, se levantó ese día indispuesta, con algo de gripe. "Su novio, Tari, le dijo que no fuera a trabajar", pero ella quiso acudir como cada día, apuntó Mari, una allegada a la familia. La casualidad hizo que aquel día ocurriera el suceso que segaría su vida.

Mari dice de Yedna que era una chica "guapa, inteligente y muy trabajadora. Se levantaba por la mañana para ir a trabajar; después por la tarde estaba estudiando el último año de un curso sobre diseño y por la noche ya iba para casa", en donde residía junto a su novio Tari, en la tarde de ayer totalmente roto y destrozado por lo ocurrido. Con él, con su tía y con su abuela, que residen en la Isla, pasaba todo el tiempo libre que podía.

En el hotel Cordial Mogán Playa recibieron como un mazazo su muerte. Un empleado permanece junto a la familia en todo momento, y la dirección se encargó de que su padre viaje desde Cuba para que toda la familia esté unida en estos duros momentos.