Canarias ha reducido a un tercio la producción de tomates de exportación en los últimos quince años. Los agricultores de Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura han pasado de producir 356.220 toneladas de tomate en la zafra 1995-1996 a solo exportar 90.347 toneladas en la zafra 2009-2010. Así se recoge en el proyecto de fin de carrera Análisis y propuestas de mejora basadas en la organización industrial en el sector del tomate canario de exportación, de Eduardo Buigues Gracia.

Por provincias, Las Palmas producía hace 15 años 226.633 toneladas de tomates de exportación y Santa Cruz de Tenerife otros 129.587, mientras en la zafra 2009-2010 Gran Canaria y Fuerteventura produjeron 72.401 toneladas y Tenerife 17.947. Las actuales cifras son casi la mitad de las toneladas producidas en las tres islas canarias hace 30 años, cuando se exportaban 156.969 toneladas de tomate.

En cuanto a cultivos, se han pasado de las 3.200 hectáreas de hace quince años a solo 1.200 hectáreas en la penúltima zafra. La mayoría de superficie de cultivos de tomates está en Gran Canaria, ya que contaba en 2009 con 920 hectáreas y el 65% de la superficie. Le siguen Tenerife con 460 hectáreas y Fuerteventura con 36 hectáreas de tomates de exportación.

Para Eduardo Buigues, la situación de los puertos francos, el clima y los beneficios fiscales existentes en las Islas facilitaban tanto la producción como la exportación de las pasadas décadas. "La dura competencia de Marruecos, con menos costes de producción, del Sureste de España y de los Países Bajos y, en menor medida, las plagas están detrás del descenso de la superficies de cultivo de tomate de exportación", señaló.

Producto de calidad

Buigues considera que "el sector de tomate de exportación se mantiene gracias a tener un producto de elevada calidad y a la relación de Canarias con la UE".

En su proyecto, este joven especialista apunta como debilidades del tomate canario los bajos niveles productivos -unos ocho kilos por metro cuadrado cuando en Holanda se llega a 50 kilos por m2-; los altos costes; los escasos recursos en I+D+I; la falta de variedades cultivables con calidad diferenciada; el endeudamiento del sector -unos 140 millones de euros-; lejanía de los mercados y la falta de protección frente a plagas.

Fortalezas

Por otro lado, el proyecto de fin carrera destaca como fortalezas del sector de exportación las condiciones climáticas favorables, la identificación en algunos mercados del 'tomate canario', la disponibilidad de operadoras comerciales en mercados de destino, la disponibilidad de modernos y los eficaces equipos de empaquetado.

Buigues destaca como otra fortaleza la amplia experiencia canaria en la lucha integrada contra plagas y enfermedades, especialmente, contra la plaga de la cuchara, mosca blanca y la tuta absoluta. Asimismo, señala como oportunidades el ser un producto irremplazable en las dietas, así como el crecimiento de mercados que demandan un producto de calidad.