Cansados de esperar por una respuesta de la administración pública, decepcionados por las promesas de los políticos y enfrentados internamente, los propietarios del centro comercial Oasis han renunciado al proyecto de rehabilitación de los locales y dejarán la recuperación de esa zona de Maspalomas en manos del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Cabildo, a los que acusan de entorpecer una inversión de casi 40 millones de euros en lo que actualmente es un punto negro del Sur de Gran Canaria.

Cristóbal Rodríguez Marichal, portavoz del grupo empresarial que pretendía renovar el centro comercial, adelantó ayer a este periódico que la Comunidad de Propietarios del Oasis ha decidido abortar la operación y retirará el proyecto de rehabilitación que presentó hace dos años. Los dueños de los locales han tomado esa decisión al entender que el Ayuntamiento cierra la vía jurídica y urbanística que habían iniciado.

Esto es así, explicó Rodríguez Marichal, porque la empresa pública Gesplan, encargada de elaborar el nuevo Plan General de Ordenación de San Bartolomé, solo aceptará un convenio de rehabilitación si está suscrito por todos los propietarios del suelo, incluido el propio Ayuntamiento. Según el portavoz de los promotores, ni la anterior alcaldesa, María del Pino Torres, ni el actual regidor, Marco Aurelio Pérez, han respondido a esa propuesta.

"Nuestro proyecto de remodelación se presentó en 2009 y está incluido en dos planes territoriales del Cabildo, el PTP-8 y el Pteoti, pero cada día que pasa es más grande la maraña administrativa y nadie nos da garantías jurídicas sobre la inversión, así que vamos a esperar a que el Ayuntamiento mueva ficha y después ya veremos lo que hacemos", comentó Rodríguez Marichal.

Demolición

La renuncia de los dueños del Oasis deja también en el aire el acuerdo con la empresa Riu para derribar conjuntamente el hotel y el centro comercial en abril de 2003 y reconstruir ambas infraestructuras en una plazo de dieciocho meses. Las dos partes están obligadas a demoler al mismo tiempo, pues las obras afectarán a la actividad del otro.

Rodríguez Marichal señaló que la marcha atrás de los propietarios se debe "a la inoperancia de la parte política", pues las dos últimas corporaciones municipales "conocen perfectamente" los proyectos. No obstante, admitió que también hay un grupo de propietarios, que cifró entre un 10% y un 15% del total, que está en desacuerdo con el proyecto de rehabilitación que plantea el resto.

La solución al Centro Comercial Oasis queda ahora en manos de Gesplan, que está elaborando el Plan de Modernización Turística del Gobierno de Canarias y también se encargará del Plan General de San Bartolomé. Al respecto, Rodríguez Marichal señaló que este es el quinto organismo que interviene en el Oasis, pues antes lo hicieron, "sin resultados prácticos", el Ayuntamiento, el Cabildo, la Demarcación de Costas y el Consorcio para la Rehabilitación Turística.

El obsoleto centro comercial figura como un punto negro desde 1996, cuando se empezó a adaptar el planeamiento municipal a la Ley de Costas, pues invade el dominio público marítimo-terrestre e impide construir el paseo entre La Charca y El Faro. El entorno del Oasis se deterioro aún más con los temporales de los últimos años, que se trató de atajar con una polémica escollera.