Cautivos. Antonio Suárez, presidente de Cosecha Directa, critica el papel de las cooperativas "que no han sabido velar por los intereses de los agricultores, buscando la calidad y los buenos precios. Hay cooperativas", subraya, "en las que es el presidente el que trae la semilla y la vende a sus agricultores. Es decir, que sus propios cooperados son sus clientes, que permanecen cautivos porque muchos solo tienen en propiedad el sacho y se aprovechan de la necesidad. Estos pueden pagar a 90 días y les ponen el tractor, pero luego le exigen la mitad de la subvención por esa cosecha. Esto siempre ha pasado", sentencia.

Unidad de compra. Suárez considera que el intento de fraude detectado en las últimas semanas en Gran Canaria "está propiciado por el atomismo del sector agrícola, donde las cooperativas no han sabido lograr la unidad de compras y también por el precio un poco excesivo de la papa de semilla". El propio proceso de distribución desde que se desembarca un contenedor en el puerto va encareciendo progresivamente el precio de esta, al pasar por un mínimo de dos intermediarios y un máximo de cuatro, hasta que el agricultor pueda disponer de ella. No obstante también considera que el propio cultivador podría acceder a precios más bajos si negociara más directamente. En cualquier caso, en los últimos años, con las nuevas generaciones, se está produciendo un cambio en este sentido, accediendo a nuevas formas de suministro y a más información sobre los recursos disponibles.