Firgas se siente insegura. El Ayuntamiento ha solicitado a la Delegación del Gobierno autorización para la instalación de cámaras de vigilancia en las cuatro entradas principales por carretera al municipio, después de que hace dos semanas sufriera el robo de casi un kilómetro de cobre del alumbrado público en cinco plazas de los barrios del municipio y en la cancha del Cambalud. La medida, según la alcaldesa, Paola Hernández, pretende ser una medida disuasoria y para controlar los movimientos extraños.

La lejanía y la falta de los cuerpos de seguridad ha convertido a Firgas en un pueblo muy sensible para los actos vandálicos. El último gran suceso acaeció la noche del 12 de enero, cuando los ladrones arrasaron con el cableado eléctrico de las plazas de La Cruz, Padilla, Rosales, Rosales Bajo y Cambalud, así como la cancha de este último barrio. En conjunto, los autores se llevaron cerca de 1.000 metros de tendido, con un coste aproximado de casi 14.000 euros, según estimaciones municipales, que estudian fórmulas para poder comprar el material y reponer el servicio lo antes posible. Pero no han sido los únicos, ya que poco antes se registró otro robo en la planta del Norao, que la ha dejado inutilizada.

De momento, el Ayuntamiento ha decidido proteger el resto de plazas que han escapado a los ladrones del cobre, aunque en realidad sólo se salvaron de estas prácticas las grandes plazas, tanto del casco, como de Buen Lugar y Casablanca, sellando las arquetas para evitar los robos.

"Los robos tuvieron que ser de madrugada, porque a las 12 de la noche pasó un concejal por una de las plazas y seguían encendidas", afirmó la regidora de Firgas, que mantiene contacto con la Guardia Civil en la investigación para tratar de localizar a los autores.

Oleadas delicitivas

Paola Hernández pretende ir más allá en las medidas para evitar esta plaga delictiva que se aprovecha del elevado valor que ha alcanzado el cobre en el mercado.

Para ello, ha mantenido contacto con la nueva delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, para tramitar una solicitud de instalación de un servicio de videovigilancia en las vías públicas principales de entrada por carretera de la localidad. Las cámaras irían ubicadas en la rotonda del núcleo urbano de La Cruz, para controlar los movimientos de vehículos en la nueva vía de La Goleta y Arucas; en Cambalud, en la carretera para Arucas y Bañaderos; Buenlugar, para el tráfico con Moya; y, por último, en Los Chorros, para los coches de Teror y Valleseco.

Hernández espera que la propia Delegación del Gobierno en las Islas asuma el coste del servicio y su mantenimiento, debido a la escasa presencia policial en la zona.

La alcaldesa contará con los informes de la Policía Local y la Guardia Civil para cumplimentar los trámites antes de que pueda recibir la autorización definitiva.

La localidad sufre desde hace años problemas de falta de seguridad, debido a la reducida plantilla de agentes locales, además de la escasa presencia de la Guardia Civil en la zona, sobre todo a determinadas horas del día, ya que el cuartel se encuentra en Arucas.

Esto ha ocasionado más de un incidente. Uno de los más recordados es el incendio que se registró en la puerta del Ayuntamiento 23 de marzo de 2008. Pero no ha sido el único, ya que ha habido barrios con oleadas de robos.