Valsequillo se hizo ayer chico para acoger a los cientos de personas procedente de toda la Isla que participaron en la fiesta del almendro en flor. La artesanía, las muestras agrícolas y diversos platos de comida típica canaria, animados por una docena de agrupaciones y parrandas del municipio y de la Isla, lograron atraer y entusiasmar a lugareños, grancanarios y turistas que pudieron contemplar la variedad de las tradiciones canarias.

El frío de la noche del sábado y de la mañana de ayer, llegando a tener seis grados de temperatura, dio paso a un buen tiempo, entre nublado y soleado, que facilitó el desarrollo de los distintos actos de la fiesta. La atracción de la fiesta del almendro en flor fue tal que hubo momentos en que la cola de coches para llegar al casco de Valsequillo alcanzó casi cinco kilómetros.

Desde las 12.00 a las 15.00 horas el pueblo estaba abarrotado de visitantes, quienes aprovecharon para degustar diferentes platos canarios y para admirar y, en ocasiones comprar, diferentes objetos artesanales en los 80 puestos que se instalaron en Valsequillo, un 20% más que el año pasado. Potaje de jaramagos, ensalada canaria, con cerrojos, capuchinos, berros y aceitunas, horchata de almendra, mojo de almendra, pella manchá, así como platos de paella, queso y cochino, eran algunos de los que se ofrecían.

Entre las casetas también había quienes recogían ayudas para el pueblo saharaui, proyectos africanos Afrikanaria y el de la parroquia de San Miguel para Sudán.

"Los artesanos habituales han aceptado disponer de menos espacios, ser solidarios para que sean más los que participen", indicó el empleado municipal Ángel Martel. También en La Barrera hubo cinco puestos de artesanía y una veintena que ofrecían comidas; en Las Vegas, donde hubo una muestra de trilla, estuvieron 25 puestos y en Tenteniguada, último punto de la ruta del almendro, otros 45 puestos.

"Nos ha gustado mucho todo lo artesanal, porque en todos los puestos se respira lo nuestro, lo canario. Da gusto contemplar todo lo tradicional, desde las comidas típicas hasta las muestras artesanales", indicó Sara Monzón, de Valsequillo, haciéndose eco de toda su familia. "Todo ha estado estupendo y da gusto admirar y saborear nuestras tradiciones", apuntó Antonio Casimiro, de La Vega de San Mateo, y que es un habitual asistente a la fiesta del almendro.

En la misma dirección se manifestaron Rosario Vega y María del Carmen Vega, quienes acudieron acompañadas por una treintena de vecinos del barrio capitalino de El Lasso. "Ha sido un día maravilloso, porque hemos degustado bienmesabe, caldo de jaramagos, mojo de almendra y quesos y todo está excelente", indicaron.

Por su parte, Gloria Santana se mostró "muy satisfecha de esta fiesta, ya que este año ha aumentado la variedad de productos artesanales y comidas canarias". "Lo que más nos gusta son las comidas tradicionales como el potaje de jaramagos, la ensalada canaria y el mojo de almendra", señaló.

Ordeñá de la teta

Los cuatro núcleos contaron con animación musical, concluyendo la fiesta del almendro con la ya tradicional "ordeñá de la teta a la escudilla" en La Barrera, Valsequillo, Las Vegas y Tenteniguada, donde muchos pudieron saborear la leche con gofio. "Todo se ha desarrollado muy bien y sin incidentes", apuntaron diversos organizadores y colaboradores, entre los que destacaron los 66 miembros de Protección Civil, una veintena de guardias civiles y doce de la Policía Local.

El jefe de Protección Civil, Iván Martín, destacó el buen ambiente que reinaba en la fiesta. También el cura de Valsequillo, Jorge Hernández Duarte, valoró positivamente el desarrollo de los distintos eventos. "Ha estado fenomenal, ya que todo se desarrolla en buen ambiente y con mucho público, entre los que había bastante turistas, algunos de los cuales participaron en la misa", indicó.