El real decreto ha encendido los ánimos en las medianías y cumbres de Gran Canaria. Tanto, que el alcalde de Tejeda, Francisco Perera, reconoce la necesidad de movilizarse para frenar en seco este documento, que pone en entredicho tradiciones y formas de vida ligadas ya a la sociedad grancanaria.

El regidor recuerda que las cañas han servido históricamente como abonos naturales, pero también algunas de ellas forman parte del paisaje de los patios tradicionales. El listado incluye las mimosas y las tuneras entre las especies más dañinas, a las que habría que hacer un plan de guerra para su eliminación. Y, a su vez, un listado de especies exóticas muy populares como las acacias, pitas, las amapolas de California, el perejil de la tierra, calas y retamas.

En cambio, el documento también contempla muchas variedades terrestres y marinas sobre las existen desde hace años campañas para su paulatina eliminación. Entre ellas se mencionan el picudo rojo, el gorgojo de las palmeras, la avispa asiática, el mejillón cebra, la oruga perforadora de palmeras, el lucio, la ardilla, el visón americano, el perro mapache, erizos, las distintos tipos de ratas, el estornino y la iguana. Precisamente, el Ministerio propone una red de alerta para vigilar las especies exóticas invasoras, y un sistema de microchip antes de un año para estos nuevos "animales de compañía".