El Gobierno de Canarias se enquista en su negativa a excluir el almendro, el castaño y otras especies de la lista negra de las especies exóticas invasoras. Los argumentos históricos, legislativos, sociales, económicos, técnicos y científicos esgrimidos en los últimos días por el Cabildo, colectivos como la Asociación Almendra de Gran Canaria, los alcaldes de Tejeda, San Mateo, Valsequillo y Santa Brígida, y reputados biólogos como David Bramwell, siguen sin convencer al consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, José Miguel Pérez, que no ha dado muestras hasta ahora de abrir una puerta al diálogo. Mientras, el Partido Popular ya califica al responsable del Área de "especie política dañina para el campo".

La erradicación. Este es el objetivo principal impuesto por el Ministerio de Medio Ambiente para frenar las especies importadas más dañinas y poder mantener la rica biodiversidad en Canarias. Para ello se aprobó en diciembre del pasado año una herramienta legal, que recoge una amplia lista de variedades terrestres y marinas de exotismos invasores.

Sin embargo, el documento consensuado durante el pasado año por Madrid y el Gobierno de Canarias ha encontrado la oposición de amplios sectores de afectados, que cuestionan la presencia de especies como el almendro y el castaño, debido a su histórica ligazón a la forma de vida de muchas familias de las Medianías y Cumbres de Gran Canaria.

Loable pero con errores

La defensa a ultranza del documento por parte de la consejería de Sostenibilidad ha encontrado la misma contundencia en expertos, instituciones y dirigentes políticos, que estiman que los redactores desconocen la realidad social y la forma de vida tradicional de la Isla.

Los técnicos coinciden en realzar los excelentes propósitos del Real Decreto como herramienta para poner coto a las plantas exóticas invasoras. Sobre todo cuando se habla de variedades como el eucalipto y el rabogato. Sin embargo, cuestionan su "calidad técnica", cuando también incluye especies endémicas como la retama y el madroño, y olvida otras como el caracol de Ayagaures.

Mientras, el Cabildo prepara una moción institucional de defensa del almendro y de otras variedades ya insularizadas.