Las antiguas piedras centenarias de las escalinatas de la iglesia de San Mateo, de gran valor etnográfico e histórico, han desaparecido. En el municipio no entienden cómo un material de peso como éste se ha difuminado. Ni siquiera se sabe el número exacto de piezas que se quitaron en su momento cuando se remodelaron las escaleras de la iglesia y su entorno. El actual alcalde, Antonio Ortega, calcula que había entre 500 y 1.000, mientras que su antecesor, Gregorio González, asegura que no se quitaron más de cien. "Estas piedras tienen un valor importante. El gobierno municipal anterior dice que las depositó en las instalaciones de la Bodega Insular y en casas particulares, pero la mayoría no ha aparecido. Es patrimonio municipal y queremos recuperarlo", denuncia Ortega. González, sin embargo, señala que tras las reformas depositaron todas las piedras en la Bodega. "Lo que pasa es que se movieron los palés y ahora faltan piedras. Estaban numeradas y pertenecían sobre todo a los filos de los escalones".

Sin embargo, el alcalde asegura: "Nuestra investigación nos hace sospechar que los anteriores gobernantes regalaron piedras a su amigos y otras las dejaron en un depósito de la Bodega. Hay vecinos que tienen piedras y aseguran que cobraron por su depósito". El material salió de una antigua cantera de Montaña Cabreja, fue colocado en la iglesia hace al menos cien años, aunque hace setenta, cuando se reformaron, se colocaron en los escalones que formaban la antigua escalinata. La policía investiga el caso. Solo hay localizadas 20 en una finca de propiedad municipal.