A pesar de la polémica causada por el decreto que ordenaba la erradicación del almendro, el castaño y el madroño en las Islas por considerarlas especies peligrosas, el Gobierno canario no recurrió oficialmente el texto, al contrario que las comunidades de Aragón, Castilla y León y Cataluña, que sí formalizaron su pretensión de lograr su anulación.

Este texto, que también obligaba a eliminar el césped o los geranios, o incluso la pita en Canarias, fue tumbado el pasado viernes por el Consejo de Ministro presidido por Mariano Rajoy. En su razonamiento para llegar a este punto, curiosamente cita a Canarias y el debate originado con el almendro o el madroño para justificar su inviabilidad.

Las protestas de municipios como Valsequillo o Tejeda, además de las asociaciones vinculadas al cultivo y la explotación de la almendra, no motivaron al Ejecutivo autónomo del Archipiélago a formalizar una postura contraria. En el caso de Castilla y León el problema no era tanto de flora como de fauna. Concretamente con la trucha arco iris, la carpa y el cangrejo señal, cuya pesca genera un movimiento económico anual en torno a 30 millones de euros en 25 cotos de pesca. En Aragón se tachaba al black bass, el lucio, la trucha arco iris y el salvelino, como en Cataluña, que paradójicamente fueron introducidos por la propia administración hace aproximadamente un siglo, generando otra importante actividad aunque al contrario que lo que ocurre en Canarias, la presencia de estas especies allí sí es contestada por grupos conservacionistas por su afección al medio ambiente.

Plan Forestal

En Canarias, de momento, existe un consenso general en la viabilidad del almendro y el castaño -el madroño es endémico- como especies complementarias a la flora autóctona.

Incluso la Asociación de Forestales de España en Canarias, (Profor Canarias) avala que tanto uno como otro no sólo no se comportan como invasores, sino que ofrecen beneficios al medio "y son aliados en la restauración de nuestros espacios naturales". A modo de ejemplo cita el castaño, especialmente, como "un vector de recuperación de la laurisilva".

Además, en el Plan Forestal de Canarias redactado por el propio Gobierno figuran como especies forestales de repoblación para Gran Canaria tanto uno como otro.