Más de 200 colectivos sociales, culturales y deportivos del Sureste rechazan la construcción de una planta de gas en tierra. Tanto los grupos como los tres ayuntamientos no solo se manifiestan en contra de una regasificadora en la comarca, sino que también se oponen a que se haga en otro municipio de la Isla. Así se recoge en el manifiesto, presentado ayer por los alcaldes Antonio Morales (Roque Aguayro), Silverio Matos (Nueva Canarias) y Juan José Gil (PP), quienes solo aceptarían una alternativa mar adentro.

"Si el Gobierno de Canarias hubiera puesto el mismo interés y empeño en las energías renovables que en el gas, ya estaría resuelto el problema" del suministro eléctrico, manifestó Silverio Matos (NC). El manifiesto, apoyado ya por más de 3.000 firmas, exige un nuevo modelo energético, basado en el consumo "de energías limpias, hoy día más baratas de producir en este archipiélago que las que conseguimos a través del fuel o las que podríamos conseguir con el gas".

La Mancomunidad y los ayuntamientos de Santa Lucía, Agüimes e Ingenio cuentan también con el apoyo de todas las asociaciones empresariales de los tres municipios, una decena de partidos, cinco sindicatos canarios y otros grupos sociales.

Todos rechazan la regasificadora en tierra por "indudable riesgo para las personas y propiedades situadas en su entorno", por lo que exigen que el tratamiento del combustible se lleve a cabo lejos de la población, "bien a través de plantas regasificadoras flotantes o ancladas, o bien a través de barcos regasificadores autónomos".

El presidente de la Mancomunidad, Antonio Morales, apuntó que el retraso en el desarrollo de las energías renovables "no es casual" y se ha debido a que "ha habido interés en torpedearlo" desde algunos responsables políticos que han querido favorecer a determinadas empresas en vez de a la ciudadanía. Morales aseguró que el desarrollo de las renovables posibilitaría garantizar a través de ellas el 80% del suministro energético que se necesita en Canarias.