Entrar en la vivienda es como remontarse a hace un siglo. La Casa Museo de los Oficios de Tejeda acaba de abrir sus puertas con cerca de 6.000 piezas que rememoran los trabajos de la época y la forma de vida de los pueblos rurales de Gran Canaria. El promotor, Francisco Suárez, conocido por Cuco, ha estado más de una década rescatando las olvidadas palanganas, medicinas, hasta monedas de época y, sobre todo, herramientas de las más viejas tradiciones, para reconvertir una vieja casa del casco del pueblo en un viaje al pasado.

Asegura que es el único museo de estas características de Canarias por su diversidad y volumen de objetivos recopilados. Francisco lleva unos 12 años haciendo acopio de todas aquellas piezas añejas que se ha ido encontrando, contado con la colaboración de muchos vecinos de la Cumbre.

El trabajo ha dado sus frutos con este museo, en el que se puede encontrar todos tipo de enseres para la trilla, objetos de zapatero, de forja, aperos de labranza, medicinas, monedas de la época, las enormes camas de antaño, herraduras, piedras para moler el millo, sacos de todos los tamaños, cuadros religiosos colgados en las paredes, radios, teléfonos, utensilios del barbero, piezas de latón, máquinas de coser y un sinfín de materiales que sirvieron para que muchas personas se ganaran el sustento cada día. Y tampoco puede faltar desde una tienda de época, hasta una barbería y un dormitorio antiguo.

"Estas piezas han sido donadas por el pueblo", resalta el impulsor de esta iniciativa. Un total de 6.000 piezas se pueden encontrar dentro de las viejas habitaciones de una casa centenaria reconvertida en museo en el mismo corazón de Tejeda. Francisco señala que su objetivo es seguir ampliando poco a poco el material, ya que aún tiene muchas piezas del pasado por enseñar. Incluso un "excusado", añade con la socarronería del hombre de campo.