La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) propone que los cabildos, diputaciones y consejos insulares asuman un papel de administración común para los municipios que carezcan de medios económicos para prestar los servicios, centrándose en los menores de 24.000 habitantes.

Esta propuesta se suma a la reflexión que ayer hacía el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy sobre las autonomías y su papel en la organización del Estado. Rajoy opinó que el Estado autonómico configurado en la Constitución es un paso que "en modo alguno debe ser desandado", pero sí repensado y evaluado, y consideró que las reformas que necesita el país exigen el nivel de "concordia" de la Constitución de 1978.

Rajoy dejó claro que será el Ejecutivo el encargado de liderar esa reforma, aunque ofreció diálogo a comunidades autónomas y ayuntamientos.

Por su parte, el estudio presentado por la FEMP apunta la confusión de la competencia con la realización de actividades y prestación de servicios, y considera insuficiente la definición del papel de las diputaciones, cabildos y consejos, lo que las ha impedido desarrollarse como instituciones complementarias de los municipios. Para la Federación, la insuficiencia del sistema de colaboración intermunicipal ha derivado en la creación de nuevas estructuras administrativas, sin garantizar mayor eficacia.

Asimismo, atribuye la insuficiencia financiera a la escasez de recursos municipales y a la "absoluta desconexión" del sistema de financiación con el de competencias. Por todo ello, la FEMP cree que la regulación básica del Gobierno y la Administración local debe contar con una norma que garantice la estabilidad del sistema y que la "solución ideal" sería una ley orgánica. Además, pide un "pacto político" que comprometa al Estado y a las comunidades autónomas a respetar la configuración básica de ese sistema.