Lo que más admiración despertó entre ellos fue el conocer los lazos estrechos que desde hace siglos unen a Andalucía -y en concreto, a Moguer- con Telde. Les asombró el hecho de que Cristóbal García del Castillo, el fundador de la urbe grancanaria, fuera de allí, como también el que ambos pueblos lleven siete años hermanados, que el teatro teldense lleve el nombre de su paisano Juan Ramón Jiménez y que una de las plazas de Moguer se llame como el casco que ayer se patearon en un apacible día.

Los 32 turistas que a mediodía pisaron el salón de plenos de San Juan conocieron estos y otros detalles de la mano del concejal de Cultura, Pablo Rodríguez, y del cronista Antonio González Padrón. Pero no lo hicieron de manera directa. No podían ni verlos ni escucharlos en plena disertación porque la mayoría de ellos, unos 19, son sordociegos. Así que la ayuda y el acompañamiento de otros 13 intérpretes guía, procedentes como ellos de aquella localidad de Huelva y de otras cinco provincias andaluzas, lo hizo posible. El grupo, que lleva desde el miércoles en la isla, se dividió en parejas. Los traductores usaron sus manos para trasladar los relatos mientras los protagonistas de la visita se aferraban a ellas para captar el mensaje. Ante tal peculiar método se puede decir que ya se conocen Telde al dedillo.

"Desarrollamos otros sentidos, como el tacto y el olfato, y las personas que nos acompañan nos lo explican todo", apuntaba María Teresa Brioso, delegada de Asocide, la Asociación de Sordociegos de España que ha pergeñado esta salida que este viernes tuvo parada en la ciudad de los faycanes y que, antes de visitar San Francisco, patentizó su agradecimiento a la ciudad y a los alumnos del IES Felo Monzón que, en periodo de prácticas, también les han echado un cabo esta semana.