Este año la ha querido recuperar la Concejalía de Festejos con cierta nostalgia. Aunque la verbena estuvo animada, no se llegó a alcanzar la alta participación de sus inicios, aunque hace un cuarto de siglo que se dejó de celebrar en el municipio. Este año se cambió la ubicación, ya que el escenario se trasladó del parque municipal a la cancha del colegio público Juan del Río Ayala. Los verbeneros participaron en la rifa de cuatro lechones vivos, como se hacía antaño, donados por un conocido ganadero del pueblo. La verbena fue amenizada por las orquestas Los Concejales de Tenerife y Los Peques de Gran Canaria.

El aforo máximo previsto de 1.500 personas no se llenó. La cifra de participantes estuvo lejos de las 2.500 personas que disfrutaron de la primera verbena del lechón celebrada el 10 de agosto de 1974.

Por la entrada de cinco euros daban un plato con una chuleta y papas arrugadas, pan y refresco, además de participar en el sorteo de cuatro cochinillos. La recaudación fue destinada a los diversos colectivos deportivos, sociales y culturales, además de las asociaciones de vecinos de Santa Brígida, según explicó el coordinador de Festejos del Ayuntamiento de Santa Brígida, Guzmán García.

En esta verbena no se sirvieron bebidas alcohólicas, lo que posibilitó que se viera gente de varias generaciones. "Estaban abuelos, padres e hijos disfrutando del rescate de la verbena. Había gente que ya había vivido este evento junto a sus hijos y nietos", afirmó Pedro Socorro, cronista oficial de Santa Brígida.

Esta verbena fue un fenómeno en los años 70 y 80. Tanto que llegaban a la villa satauteña gente de todos los rincones de la isla. "Venía expresamente hasta desde La Aldea", añadió Socorro. "Este sábado la gente que acudió tenía más de 25 años", matizó García.

El Clipper y el Seven-Up fueron las bebidas que se consumieron en la verbena, aunque bien es verdad que algunos aprovechaban ciertos intervalos para llenarse unas copas fuera del recinto ya que en los colegios está prohibido el alcohol.

Una fiesta de apoyo al fútbol

La idea primigenia partió del conocido empresario satauteño Gonzalo Medina, que por entonces era presidente de la Sociedad Deportiva Santa Brígida y del Real Casino de la Villa.

La idea se materializó "como una forma de financiar al equipo de fútbol local que ansiaba realizar gradas para los aficionados", según aseguró Pedro Socorro, en el nuevo campo de fútbol ubicado en el casco del pueblo del Centro.

En agosto de 1986 llegó a celebrarse el certamen de Miss Las Palmas y Miss Gran Canaria, que hasta el momento solo se hacían en discotecas de la capital grancanaria. En el evento cantó Ángela Carrasco, precedida de fama nacional. Le siguieron en el escenario en actuaciones posteriores artistas como Rocío Dúrcal, Manolo Escobar, Karina, Los Panchos, José Vélez o José Luis Perales.