La Escuela de Verano que organiza la Sociedad Municipal de Deportes de Santa María de Guía, que dio comienzo el pasado 25 de junio, acoge este año a unos 80 niños que se distribuyen, rotando, por actividades como informática, plástica, inglés, juegos acuáticos, pádel, dibujo, natación?

"La escuela la estructuramos en cinco grupos: los de cuatro años de edad, los de cinco años, los de seis años, los de siete y ocho años y los de nueve y diez años", cuenta Juan Carlos Melián, el coordinador de deportes.

"En total", prosigue, "tenemos, aproximadamente, unos 80 chavales, porque el curso nos coincide con un campus de fútbol".

En lo que a las actividades se refiere, hay dos que, de acuerdo con Melián, "destacan este año por su novedad: el taller de inglés y el taller de informática. El resto del programa es muy variado: juegos musicales, deportes de equipo, mini-tenis, pádel, desarrollo motor, habilidades didácticas, juegos creativos, juegos tradicionales, ajedrez, juegos acuáticos o natación". Además, según afirma, "este año, como innovación, se va a trabajar en la elaboración de un huerto ecológico".

Para esta nueva edición del curso de verano, que acabará el 31 de agosto, la Sociedad Municipal de Deportes cuenta, además, con las aulas del Colegio Público Nicolás Aguiar, situado junto a las instalaciones deportivas municipales.

Pero, ¿y qué tal se lo pasan los chiquillos? ¿Preferirían estar en sus casas? Laura Díaz, de diez años, desde luego, no: "Me divierto mucho, más que en casa. También aprendo mucho, y la actividad que más me gusta es informática".

Otras, como Yamilei Almeida, de cuatro años, "lo paso muy bien, prefiero estar aquí antes que en casa; he hecho muchas amigas".

Sin embargo, aunque en general la sensación es de que las criaturas están mejor que en una tienda de golosinas, no todo el monte es orégano. Es el caso de, por ejemplo, Paula Sosa, también de cuatro años, quien igualmente disfruta, pero "no más que en casa".

Un momento que señala Melián como, ante todo, curioso, "es cuando los críos se topan con los mayores que van a la piscina. Es llamativo porque vemos cómo se cruzan esas dos generaciones tan distantes".

Y es que, los lunes, los miércoles y los viernes, un grupo de personas mayores que van a practicar natación coincide con esta escuela de verano para niños.

Sus monitoras, Mariola Echevarría y Carmen Pérez, aseguran que "se lo pasan bomba. Están aquí durante todo el año y sobre todo hacen natación, aunque a veces lo cambiamos por prácticas como el aquaeróbic, para que no se cansen de hacer siempre lo mismo".

"La mayoría de ellos viene por salud, porque tienen alguna dolencia y vienen a fortalecerse. Otros han aprendido incluso a nadar", agregan.

Una de las nadadoras, Cecilia Rivero, declara que "si me quitan esto, me quitan parte de vida. Me sirve para estar más relajada cuando llego a casa". Vamos, como una playa.