Finales de julio o principios de agosto. Esa es la fecha que, extraoficialmente, ya se maneja por parte de la multinacional sueca Ikea para proceder a la inauguración de su nueva tienda en Gran Canaria.

Las obras de construcción del nuevo bloque están prácticamente ultimadas. Los operarios se afanan estos días en labores de remate exterior de la infraestructura, como es la habilitación de las plazas de aparcamiento que estarán al aire libre (hay sótano) o la colocación de luces mientras también se acometen intervenciones en el interior de la nave levantada junto al vértice sur de Alcampo.

El negocio, con un total de cuatro plantas de altura, ocupará una superficie de 8.000 metros cuadrados, con un total de 28.000 edificables. En su creación se han invertido 28 millones de euros y se ha dado trabajo a más de cien vecinos del municipio. Una de las cuestiones que más se ha tenido en cuenta es la necesidad de dotar de suficientes plazas de estacionamiento al recinto, por lo que se ha previsto habilitar al menos 400 en los dos sótanos de los que dispondrá el complejo de ventas.

Uno de los principales problemas a los que tuvo que enfrentarse el proyecto meses atrás fue el bloqueo sufrido en las obras después del conflicto surgido con la Concejalía de Urbanismo a cuenta de un supuesto exceso de aprovechamiento, algo que fue finalmente regularizado por ambas partes.

La nueva tienda duplicará el espacio que Ikea tiene en Salinetas, donde se encuentra el primer establecimiento que esta reputada firma abrió en España.