Aunque todo el mundo lo llama San Mateo, el nombre completo del municipio es Vega de San Mateo.

Sí. San Mateo formó parte del gran municipio que tras la conquista se denominó La Vega. Vega de abajo, Santa Brígida; Vega de en medio, El Madroñal; y Vega de arriba, San Mateo.

¿Cuándo se fundó?

San Mateo, según los documentos más antiguos, se crearía en torno a 1824 en tiempos del rey Fernando VII. Sin embargo, desde 1703 ya contaba con alcalde pedáneo dependiente del Ayuntamiento de Las Palmas. El primer vecino en desempeñar tal cargo fue Blas Quintana.

¿De cuándo data la primera iglesia en honor a San Mateo?

La primera ermita levantada en honor del santo fue edificada en 1652. Se convirtió en parroquia el 25 de octubre de 1800 por decreto del obispo Manuel Verdugo, único obispo canario de nuestra diócesis.

El patrimonio religioso es considerable.

San Mateo posee un rico patrimonio religioso ya que en su parroquia guarda obras de artistas de la talla de Luján Pérez (Santa Ana), de Arsenio de las Casas (San Juan) y Pancho Lasso (la Dolorosa).

San Mateo formaba parte de Santa Brígida.

La independencia administrativa de Santa Brígida se adquiere el 16 de diciembre de 1801.

¿Cuál es el pago más antiguo?

Utiaca, ya que en el documento conocido como Acta de Zumeta, desde 1476 se conoce el caserío de Atiacar y a su Guayre Ahuteiga.

¿San Mateo es rico en aguas abundantes?

San Mateo es un municipio indisolublemente ligado al agua ya que el 26 de julio de 1501 los Reyes Católicos firmaron en Granada una real cédula mediante la cual se autorizaba a trasvasar el agua de la cuenca de Tejeda a la de Las Lagunetas mediante el túnel de La Mina y llevarla hasta la capital. Uno de sus artífices era el escribano Juan de Aríñez, cuyo topónimo conserva hoy el núcleo de población más alto de Gran Canaria, el barrio de Aríñez.

El agua también fue origen de pleitos.

Muchos y de muy variada índole han sido los conflictos ocasionados por el agua hasta la llegada de los ingleses, que llevaron el agua de la Hoya del Gamonal hasta la ciudad y que también han dejado topónimos como el del Lomo de los Ingleses en el pago de La Lechuza.

La historia se remonta a la primera mitad del siglo XVII.

Ya en las Constituciones Sinodales del obispo Cámara y Murga, dictadas en el año 1631, se nos mencionan los nacientes abundantísimos de Los Chorros, otro topónimo.

San Mateo está inevitablemente ligado a su mercado agrícola.

Sí, tal vez uno de los motores económicos más importantes del municipio sea su mercado agrícola, inaugurado en julio de 1983, aunque desde muchos años atrás se venía desarrollando esta actividad en las calles del municipio junto con su famosa feria de ganados, lo que dio lugar a que se le concediera el fuero de municipio ferial en octubre de 1938. Gracias a ello todos los comercios y puestos callejeros podían abrir y desarrollar su actividad todos los festivos y domingos del año. Como se ve, hemos sido unos adelantados de la historia del comercio.

¿El pueblo soportó flujos migratorios considerables?

Desde finales del siglo XIX y durante las primeras décadas del XX estas medianías no se libraron del fenómeno migratorio, siendo Las Lagunetas quien más mano de obra aportó a las Américas, lo que a su regreso como indianos ha dado lugar a la fiesta que en memoria de la emigración más arraigo y antigüedad tiene en todo el archipiélago. Es la denominada Fiesta de los Indianos, documentada desde el año 1909, por lo que trataremos de que sea declarada bien de interés cultural (BIC).

Hay importantes personajes históricos vegueros.

San Mateo, a lo largo de su historia, ha sido cuna de importantes personajes históricos, tal es el caso del libertador de Cuba, José Martí, cuyo, cuyo abuelo materno era natural de La Lechuza. También en la política e investigación contamos con la presencia del doctor Juan Negrín, con ascendencia materna en el municipio y cuya casa aún se conserva. Famosos también son los libros del cuevagrandino Manuel Socorro, cuyas historias se desarrollan en el municipio, o también José Betancor Cabrera, más conocido como Ángel Guerra, escribano del Juzgado y que publicaba unas crónicas periodísticas tituladas Cartas al alcalde de mi pueblo, escritas desde Utiaca. Francisco Guerra Navarro, más conocido como Pancho Guerra, quien en la casa de su hermano, médico del pueblo, escribió el primer cuento de Pepe Monagas.

La Vega es también un pueblo de artistas.

Sí. San Mateo es cuna también de artistas, plásticos y literarios. Baste citar los nombres de Rafael Monagas, Juan José Gil, Paco Juan Déniz o del acuarelista Ismael Marrero y en las letras contamos con las plumas de Antolín Dávila o de Emilio González Déniz, entre otros.

¿Qué se echa en falta?

El municipio posee excelentes infraestructuras deportivas, sociales y de ocio. Carece tal vez de un lugar de encuentro para grandes eventos como es el caso de un auditorio y para el cual se podrían aprovechar las instalaciones del desaparecido Museo Cho-Zacarías.

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