Las tres banderas de la fiesta del Pino, la de la patrona, la del Vaticano y la de España ondean desde ayer sábado al mediodía en lo alto de la espadaña de la basílica del Pino, un trío de paños izados que ya preside la parranda y que estuvo acompañado por el tradicional repique de campanas, una composición que dura media hora y que requiere de una decena de voluntarios para dar forma al concierto.

Abajo, en la plaza, un numeroso público, con gran afluencia del personal menudo, y que este año vivió con mucho color gracias al rescate de los papagüevos, en una iniciativa de la Parranda de Teror, la colaboración del Ayuntamiento y el máster que ofreció la asociación de amigos de los papagüevos Jolgorio, que organizó un taller bajo la batuta de Ana Moreno.

Y 60 escalones más arriba, en el campanario de la Torre Amarilla, que cumple 304 años, Santiago Dávila, Olivia Rodríguez, Acaymo y Juan Carrasco, José Luis Pulido, José María García, los hermanos Bhoju y Kewal Belani, Juan Carlos Benítez y Francisco Torres, entre otros, tiraban de cadenas para hacer sonar el esquilón y toda la batería de campanas con las que está armada la basílica, tocando a rebato para la que se viene encima.

No hubo que esperar mucho. A las doce y diez minutos arrancaba el pasacalle de papagüevos, con la Parranda abriendo el camino, y apenas dos horas después la parroquia se constituía en verbena, la Verbena de la Bandera para ir subiendo un calor que ya andaba por su propia cuenta a unos 30 grados de temperatura.

Con la fresca, a partir de las nueve de la noche, comenzaba el Encuentro Teresa de Bolívar, 24 años de citas en la plaza de Sintes y que convocó ayer a los grupos Parranda Araguaney, Edwin Colón Zayas y su Taller Campesino, llegados de Puerto Rico, acompañados de Gustavo Colina, de Venezuela, así como los isleños Pedro Manuel Afonso y Domingo Rodríguez El Colorao. Para no perder fuelle el encuentro se remató con la segunda verbena del día, en esta ocasión presentada como la Verbena del Pino. Y hoy más, desde primeras horas de la mañana. Una cita en el centro del pueblo, la de artesanía, y otra más en Osorio, la de ganado. Una guagua lanzadera entre el Muro Nuevo y la finca insular conectará gratuitamente a los que quieran acercarse a ver vacas, burros y otros mamíferos.