El Puertillo se echó al mar. La costa de Arucas miró al cielo para disfrutar de unos 25 minutos de fuegos acuáticos en la madrugada del domingo, cuyo espectáculo estrena su declaración como Bien de Interés Cultural y Turístico por el Ayuntamiento de Arucas. Y ayer cientos de personas compartieron sus chapuzones en las playas, con la procesión marítima de la patrona Santa Lucía, que recorrió el litoral hasta Quintanilla, mientras casi medio centenar de casetas ponían a la venta en el nuevo paseo todo tipo de productos artesanales y gastronómicos.

La playa de El Puertillo se ha convertido tras la rehabilitación en una de las más frecuentadas de la comarca. De ahí que no es de extrañar que los fuegos acuáticos representen un atractivo más, entre la música moderna de las terrazas de verano y los negocios tradicionales.

El espectáculo pirotécnico lleva celebrándose casi dos décadas, por lo que los vecinos han querido darle un fuerte empujón. Sobre todo, tras aprobar Arucas recientemente su catalogación como espectáculo de Interés Turístico y Cultural, con el que se pretende recibir apoyo de instituciones supramunicipales en próximas ediciones para intentar atraer a los turistas, según Carmelo Hernández, uno de los miembros de la Comisión de Fiestas, quien asegura que ya existe interés por parte del Cabildo por colaborar en este proyecto de expansión. Y es que, recalca, junto a los fuegos acuáticos de Melenara (Telde) y Agaete son los más importantes de Gran Canaria.

Durante casi 25 minutos, los voladores de la pirotecnia Francisco Dávila "parecían emerger del agua", generando una rivalidad entre el fuego y el mar que permitía ganar esplendor con una grada natural en el paseo marítimo para poder disfrutarlos.

Los organizadores hablan de que más de 10.000 personas asistieron a la exhibición, que abarrotaron la avenida en la madrugada del domingo, a pesar de que el primer volador se tuvo que adelantar por la marea. Y entre las figuras, sobresalieron las estrellas fugaces, entre otros juegos con pólvora.

Además, los vecinos valoran que, por sus años de celebración, su anuncio ya despierta un enorme movimiento económico por la masiva afluencia de público, muchos de ellos procedentes de otros municipios de Gran Canaria.

Mientras, a mediodía de ayer tuvo lugar la procesión de la patrona Santa Lucía, acompañada por la banda de cornetas y tambores dirigida por Samuel Mentado. La veintena de componentes recorrió el barrio antes de realizar el paseo marítimo, que tras recorrer el núcleo costero y atravesar la playa de arena a hombros de cuatro miembros de Protección Civil se embarcó en una barca para llegar hasta la zona de Quintanilla, acompañada por casi una decena de embarcaciones, haciendo sonar las bocinas.

Junto a ella se subió el alcalde, Ángel Víctor Torres. Todo ello, entre cientos de personas que disfrutaban del caluroso día de playa. El paso de la arena al agua estuvo acompañado de múltiples aplausos, tanto en la playa como en el paseo marítimo, donde se encontraban numerosas personas siguiendo atentamente la procesión.

A unos metros, en la zona nueva de la avenida, casi medio centenar de empresarios de Arucas exponían sus productos a los paseantes. En la muestra se encontraban todo tipo de artesanía y productos gastronómicos.