La primera borrasca del otoño pasó ayer por Gran Canaria sin cumplir las expectativas que tanto la cercana presencia de la tormenta tropical Nadine como la declaración de alerta emitida el domingo por el Gobierno canario habían generado entre la población.

Las nubes que descargaron en el sur, este y nordeste de la Isla, procedentes de otra vaguada situada sobre el continente africano, dejaron algo más de 41 litros por metro cuadrado en San Bartolomé de Tirajana, casi 35 en Valleseco y otros 27 en Teror, mientras que en Telde y en Las Palmas de Gran Canaria -las otras dos localidades donde se registraron precipitaciones de cierta enjundia- los pluviómetros marcaron entre 20 y 27 litros. Eso sí, el hecho de que el agua se concentrase en la franja horaria que va desde las cinco de la madrugada hasta las once de la mañana fue más que suficiente para provocar un pequeño caos en las redes de saneamiento de la capital y la ciudad de Telde.

La otra nota llamativa del paso del primer frente -que se verá acompañado por nuevos chubascos el jueves mientras Nadine se va alejando- fueron los cortes en el suministro eléctrico que se registraron en la capital, Telde, Agüimes e Ingenio. Fuentes de Endesa cifraron en 2.000 las personas afectadas de manera puntual por esas interrupciones en el suministro.

En la calle, la lluvia fue la causa principal de al menos 36 accidentes registrados en Gran Canaria entre las 8.00 y las 14.00 horas, ninguno de ellos con heridos graves, reseñaron desde el 112. La estampa visual cambió por unas horas con motivo de la entrada de la masa de aire frío y de una gran cantidad de nubosidad a distintos niveles, que dio pie a la generación de brumas en espacios próximos a la costa a media mañana. Eso sí, el bochorno se mantuvo y en la mayor parte de Gran Canaria el mercurio no bajó de los 22 grados antes incluso de las 14.00 horas.

Los mayores incidentes se dieron en la ciudad. A primeras horas de la mañana, el chaparrón dejó fuera de combate, entre otros, a los semáforos de Juan XXIII y de Julio Luengo. El ascensor del parque urbano de Las Rehoyas también se quedó KO y el palo de agua anegó un tramo de la Avenida Marítima próximo al cementerio de Vegueta porque la red de alcantarillado no dio para más.

Una cuadrilla de 18 operarios de Limpieza trabajó a destajo en el Barranquillo de Don Zoilo, Siete Palmas y la avenida Juan Carlos I para eliminar los restos de árboles y vegetación originados por el arrastre de las lluvias mientras un centenar de policías ocuparon los puntos negros de la ciudad para atender posibles contingencias y darle agilidad al tráfico. La actuación más llamativa se produjo al final de la calle Simón Bolívar, en el entorno del parque Santa Catalina, donde se produjo la rotura de una tubería de agua de abasto. Emalsa confiaba en poder restablecer el servicio anoche.

En cuanto a los bomberos, los tres parques de la ciudad habían hecho casi una decena de salidas hasta el mediodía, con apenas cuatro de ellas relacionadas con caída de cascotes. Y es que agua sí que cayó, pero viento hubo poco.

Basten como ejemplo los datos recopilados en Triana, donde las nubes descargaron 23 litros en apenas cinco horas. Una lluvia fina, densa y que batió récords: hacía más de una década que no se tenía constancia de una mañana de septiembre tan generosa en lo que a precipitaciones se refiere.

En el resto de la Isla, el panorama no varió en demasía. En San Mateo tuvieron que retirar piedras de sus carreteras con la ayuda de los operarios del Cabildo y, en Mogán y Arucas se enfrentaron a algunos problemas con chispas, torretas de alta tensión y diferente cableado eléctrico. Esas quizás fueron las actuaciones más destacables a falta de una gran tromba que hiciese correr los barrancos o cortase vías.

Así las cosas, la Dirección General de Seguridad del Gobierno canario optó por rebajar el nivel de riesgo desde el de alerta a prealerta por fenómeno meteorológico adverso a la espera de contemplar la evolución del cinturón de borrascas situado junto a Canarias. La Agencia Estatal de Meteorología, que levantó el preaviso por lluvias a media tarde de este lunes, espera que las precipitaciones vuelvan a ser de cierta intensidad este jueves.