Una batería de obstáculos y problemas burocráticos mantienen en pie la torreta de Endesa que ocupa uno de los cuatro carriles del viaducto de San Gregorio. La apertura parcial de esta infraestructura, con solo dos de los cuatro carriles abiertos al tráfico, se produjo hace ahora un año.

El puente costó casi seis millones de euros y su acabado sigue parado por las dificultades surgidas a la hora de expropiar los terrenos donde deberán reubicarse tanto la instalación eléctrica como sus tendidos.

Entre otras cosas, en el expediente del departamento de Expropiaciones que comanda el edil Francisco López existen al menos 13 propietarios afectados por la necesidad de ocupar terrenos. El Ayuntamiento no ha conseguido ponerse de acuerdo con la mayoría de ellos para ocupar los terrenos. Además, hay fincas mal inscritas en el Registro de la Propiedad, un okupa, un inquilino y hasta hay que hacer nuevos levantamientos topográficos. López no se atrevió ayer a dar una fecha para resolver un embrollo que "viene del mandato anterior".