Gáldar autoriza a la empresa de agua de abasto Aqualia la venta de los 1.800 metros cúbicos de agua de abasto que sobra cada mes para la venta a los agricultores de la zona, aprovechando para ello la red pública de tuberías. La medida pretende obtener un mayor aprovechamiento económico de la desaladora, y facilitar al sector el acceso a un suministro regular a unos precios competitivos en el mercado que evite que se dispare el coste de la hora de agua.

La prolongada sequía que ha sufrido el campo grancanario en el último año ha obligado a la búsqueda de medidas para ayudar a la actividad agrícola, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos 70 años nunca se registró un verano tan caluroso. Esta es una de las razones que ha llevado a Gáldar a impulsar una reforma normativa para permita que el excedente de agua de abasto pueda ser compartida por el sector primario, al mismo tiempo que se saca el máximo rendimiento a la planta de producción.

La iniciativa fue aprobada en el pleno del Ayuntamiento, que da vía libre para que la empresa que gestiona el servicio municipal, Aqualia, pueda poner en el marcado el agua sobrante de las viviendas para su uso en la agricultura y la ganadería. La propuesta secundada por el grupo de gobierno (BNR y PSOE) y CCN, y a la que se abstuvo el PP y CC, permitirá el reparto hacia las fincas que quieran comprar el agua usando la red pública de tuberías. "Este servicio se prestará a los titulares de fincas donde no llegue otro tipo de redes, que no pueden ser atendida por las comunidades de regantes o heredades de agua", según el Ayuntamiento.

La empresa concesionaria del servicio, Aqualia, estima que las cada mes dispone de unos 12.800 metros cúbicos de agua para su posible comercialización a los agricultores y ganaderos, y que no se consume por la población del municipio.

Eso sí, la venta solo se realizará en los periodos en los que exista sobrante, ya que la prioridad seguirá siendo el consumo humano, ya que esa seguirá siendo la finalidad de la planta en funcionamiento.

En este sentido, el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, insistió en que la venta del excedente del abasto público no perjudicará en ningún momento al servicio municipal. "Siempre se hará con el excedente y, además, podrá beneficiar a los agricultores en una época donde muchos jóvenes y familias están regresando a la agricultura como medio de subsistencia".

Teodoro Sosa añadió que la media permite ayudar y fomentar un sector económico básico en el municipio.

Para ello ha sido indispensable una modificación de la ordenanza municipal, según la concejal de Hacienda, Eva Martínez, que fija una tarifa específica para este colectivo.

Por otro lado, el pleno municipal celebrado en la noche del jueves dio un paso más para impulsar el parque científico y tecnológico, que se hará en una primera fase en el antiguo centro de menores de La Punta, en Gáldar, hasta que el Gobierno de Canarias apruebe el cambio de uso de la zona de Botija, que es el lugar escogido por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Ayuntamiento y la Mancomunidad del Norte para su puesta en marcha.