Firgas recibirá una inyección de casi 2,65 millones de euros para ensanchar y rehabilitar los nueve kilómetros de la vieja carretera desde la fábrica de ron de Arucas hasta el barrio de Buenlugar (GC-300). La obra financiada por el Cabildo de Gran Canaria contempla el ensanche de cuatro curvas peligrosas, y se iniciará en enero para su terminación a comienzos del verano de 2013. Mientras, el consejero insular de Obras Públicas, Carlos Sánchez, recriminó al Gobierno canario que no haya acometido el mallado de tres kilómetros de los riscos de la vía de La Aldea, como se comprometió para mejorar la seguridad.

La carretera tiene una intensidad media de 6.511 vehículos diarios en el tramo de Arucas, que se reduce a 4.917 coches en Buenlugar. Sin embargo, el trazado se encuentra muy deteriorado y los automóviles se encuentran con problemas en la circulación en algunas curvas y zonas, debido a su estrechez. Esto ha propiciado algún accidente, además de algún problema en la circulación, ya que el recorrido es frecuentado por camiones del agua de la empresa embotelladora.

Para acabar con estos problemas, el Cabildo anunció ayer que está ultimando el concurso para poder comenzar en enero el proyecto de rehabilitación de esta carretera GC-300, que tiene un plazo inicial de ejecución de siete meses. La obra contempla el refuerzo del piso, la reparación de apartaderos y paradas de guagua, limpieza y hormigonado de las cunetas, mejora de la señalización, reposición de las vallas de seguridad, además de la mejora de la jardinería e instalación de contenedores.

Y, sobre todo, contempla el ensanche de cuatro puntos conflictivos, cuya calzada pasará de tener apenas cinco metros al doble. El primero de ellos en el puente chico, también en La Marquesa, el ensanche de la trasera de La Goleta, además del cruce de Cambalud, que tendrá una miniglorieta. La alcaldesa de Firgas, Paola Hernández, resaltó que la intervención supone mejorar la seguridad de los conductores.

Mientras, Carlos Sánchez recalcó que la institución insular va a priorizar las inversiones en el arreglo de los 1.600 kilómetros de vías, y que en ningún caso se plantean acometer nuevas vías.

El consejero insular reconoció su preocupación por el desarrollo de las carreteras de competencia autonómica tras el recorte del presupuesto estatal. Sin embargo, criticó que el Gobierno de Canarias no haya asumido ningún esfuerzo en inversión en este ámbito. Y, sobre todo, que no cumpla con sus compromisos, puesto que debía haber acometido la instalación de nuevas mallas de seguridad en tres kilómetros de la vieja carretera de La aldea, pero no ha hecho nada, cuando el Cabildo ya terminó su parte. Recalcando, a su vez, que los 45 millones que gasta en conservación y mejora de la red es de autofinanciación.