El caso del papel higiénico parece no tener fin. Una de las tres limpiadoras que la empresa Hespérides tenía destinadas al cuidado de los baños públicos de San Gregorio -donde una remesa de facturas pagadas por el Ayuntamiento de Telde ha hecho aflorar un supuesto consumo de 3.478 rollos al mes- afirmó ayer a este medio que el gasto de celulosa en estas instalaciones era "bastante alto" y confimó que, a su juicio, "en los baños sí que se reponían, sobre todo al principio, más de cien unidades al mes".

La exempleada, que pidió conservar el anonimato y se halla en un litigio judicial aún abierto contra su antigua empresa por un despido improcedente, reseñó que los hurtos de material estaban a la orden del día en los aseos, donde trabajó desde 2006 hasta finales de 2011, fecha en la que el actual pacto (PP, Ciuca y CC) optó por echar la cancela a los baños al detectar que Hespérides los limpiaba sin contrato y estaba pasando además al consistorio unas facturas bimestrales de más de 17.000 euros.

"No parábamos de poner papel, pero no sólo por la cantidad de gente que pasaba por los baños, sino porque era bastante habitual que se los llevasen o nos los tirasen en las vasijas", justificó. Según su testimonio, al poco de asumir Hespérides el servicio "poníamos rollos del número 4, que son de menor tamaño. De esos sí que se podrían gastar más de cien en un día porque los aseos abrían de ocho de la mañana a las diez de la noche y por allí pasaba mucha clase de gente: los niños de las excursiones de los colegios, los ciclistas, grupos de mayores, la gente que va a misa y hasta el grupito de mayores de la plaza, que son clientela fija de los baños, junto a los de las cafeterías cercanas. Luego", prosiguió, "al ver que esto no cambiaba, la empresa cambió el tipo de papel y puso el del número 7, que es más grande. Es el que va en los expendedores metálicos, y de esos sí que es verdad que ya sólo se gastaban tres o cuatro al día".

La extrabajadora también recalcó el hecho de que los robos fuesen habituales. "Por allí entraban personas con bolsas y mochilas y claro, no los ibas a registrar", apuntó. Tal era el trasiego de usuarios que "más de una vez pensé en llamar a alguien para que me echase una mano para controlar los baños. Incluso recuerdo una vez que pusimos una cestita en la puerta para quien quisiera dejarnos la voluntad y también nos lo robaron", concluyó.

La limpiadora aclaró que "en el balneario de Melenara no nos vimos nunca con ese problema porque allí sí nos dejaban que alguien en la puerta controlase el papel". En cuanto al gasto de productos de limpieza (las facturas refieren importes superiores a los 880 euros), explicó que las conexiones de los bajantes de los baños eran malas y eso "nos obligaba a utilizar mucho desinfectantes por el intenso mal olor. Usábamos mucha lejía".

Silencio

Este periódico contactó ayer con José Antonio Gutiérrez, uno de los propietarios de la empresa, cuya sede está en el polígono de Arinaga, pero declinó amablemente ofrecer su versión sobre los gastos del mantenimiento de los baños y el consumo de celulosa o de responder a los comentarios que apuntan una supuesta amistad suya con un edil de Nueva Canarias.

Mientras, fuentes consultadas en la plantilla de Hespérides apuntaron que Telde adeuda a día de hoy a la firma diez mensualidades por la prestación del servicio de limpieza en oficinas municipales y otra serie de instalaciones.

Por su parte, el actual concejal de Servicios, Fidel Ruiz, recordó ayer que la ciudad gasta actualmente "unos 20 rollos" en los baños de San Gregorio y que el Ayuntamiento los compra "a 19 céntimos la unidad".