Acompañados por un sol radiante en pleno mes de diciembre, miles de personas visitaron ayer el pueblo de Santa Lucía para acudir a la Romería de la Virgen del Rosario, en el Día del Labrador. Papas arrugadas, mantecados, naranjas y aceitunas fueron algunos de los productos que cada una de las trece carrozas participantes de este año repartieron entre los romeros que se agolpaban tras su paso.

Para combatir el calor, y ayudar a digerir semejantes manjares, no pudieron faltar las copitas del tradicional mejunje, una bebida típica de la zona elaborada con ron, miel, hierbaluisa y canela, entre otros ingredientes.

El son de las parrandas que acompañaban a cada una de las carrozas marcó el paso del festejo, que comenzó poco después de la una de la tarde. Encabezando la marcha se situó la carroza que portaba la imagen de la Virgen del Rosario, tirada por dos bueyes.

Ya son 44 los años que Santa Lucía lleva celebrando estas fiestas, siendo esta la última romería del año en toda Gran Canaria. "Es un día en el que el pueblo se llena de gente y donde normalmente vivimos 950 habitantes, puede llegar a haber más de 20.000 personas", afirmaba Francisco García, presidente de la Comisión de Fiestas.

Con el paso de las horas la presencia de romeros fue creciendo en las calles del Casco antiguo del municipio. Ya fuera luciendo el tradicional traje canario o en vaqueros y camiseta, nadie se mantuvo indiferente al jolgorio que fue adueñándose del ambiente.

Productos agrícolas

Los agricultores de la zona aprovecharon la ocasión para vender sus productos a los curiosos visitantes en el mercadillo. El olor a naranja impregnaba la poca brisa que corría y los labradores mostraron orgullosos el resultado de sus plantaciones. Entre todos ellos destacaba un puesto con rábanos de hasta más de dos kilos y medio. "Es típico que en las carrozas se repartan trozos de rábano crudo porque es un producto muy cultivado por aquí", señala García.

Los artesanos también disfrutaron del día mostrando su orfebrería y calados. Los lados de las calles principales de acceso al Casco estuvieron cubiertos por la presencia de diferentes puestos en los que se vendían artículos de decoración, textiles, bisutería...

Santa Lucía lleva desde agosto organizando los preparativos de estas fiestas, en las que se han invertido 38.000 euros. "El ayuntamiento ha puesto 16.000 euros y el resto lo hemos tenido que buscar por los propios medios de la Comisión de Fiestas", apunta su presidente.

Las carrozas finalizaron su recorrido sobre las cuatro de la tarde en la plaza El Paradero para dar paso a a la celebración del Baile de Taifas. Acto seguido tuvo lugar el comienzo de la Verbena del Labrador, en el parque municipal, que se prolongó hasta el anochecer.