La anunciada privatización de la empresa mixta de abasto Aguas de Telde, cuya titularidad a día de hoy está compartida a partes iguales entre Canaragua y el Ayuntamiento, ya ha encontrado pretendientes. Al menos tres compañías han comunicado ya al grupo de gobierno de la ciudad su pretensión de pujar por la compra de las acciones que el consistorio posee en dicha compañía. El pacto tripartito de PP, Ciuca y Coalición Canaria aprobó meses atrás un plan de ajuste en el que, además de la subida de impuestos, se incluía la venta de dichos títulos para ingresar como mínimo 10 millones de euros en las maltrechas arcas locales. Sacyr (a través de su filial Valoriza), la división de agua de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Aqualia, y la propia Aguas de Barcelona, propietaria de Canaragua, han manifestado ya su interés por hacerse con dichas acciones, aunque todas tendrán que esperar a 2013, año en el que el Ayuntamiento procederá a desprenderse del control de una sociedad en la que el voto de calidad de la alcaldesa era capaz de vetar subidas de precio. La empresa Aguas de Telde está participada a día de hoy por un socio privado -Canaragua- y el Ayuntamiento. Cada uno de ellos posee el 50 % de las acciones, pero en caso de empate siempre prevalece la postura municipal.

El interés que esta enajenación ha despertado en el sector ha hecho pensar al pacto que podría embolsarse hasta 12 millones en un negocio que, según fuentes autorizadas del pacto, "es rentable al tratarse de un municipio con 100.000 habitantes y siempre y cuando se centre única y exclusivamente en la gestión del agua, y no en otras cosas, como puede ser el mantenimiento de los parques y jardines". En todo caso, desde el pacto se quiso insistir este miércoles en que la política de imposición de tarifas siempre dependerá de lo que en última instancia diga el consistorio.