Arucas se enfrenta a posibles indemnizaciones muy cuantiosas de distintos promotores inmobiliarios, tras la sentencia judicial que anula el Plan General hasta ahora vigente y que obliga a tomar como referencia urbanística el planeamiento del año 1984.

Las prisas por la guerra de los hipermercados con Gáldar a comienzos de la década pasada, cuando se pretendía arrebatar a los Hermanos Domínguez (Yudaya), la única licencia comercial del Norte, ha llevado ahora a dejar este vacío. El alcalde, Ángel Víctor Torres, espera que el nuevo documento en tramitación pueda aprobarse definitivamente antes del verano, con lo cual se solventaría el problema, si bien asegura que la citada empresa que abrió la vía judicial en su momento no tiene intención de ejecutar la sentencia.

Las prisas nunca son buenas consejeras. Y el tiempo lo ha demostrado en Arucas. Esta sentencia se remonta al año 2001, cuando la disputa por apropiarse del centro comercial previsto en Gáldar llevó a Arucas a acelerar el cambio de uso del suelo de Rosa Silva, junto a la Granja del Cabildo y la autovía, para acoger un híper de una multinacional. Pese a que los responsables del momento hablaban de que el municipio "ha hecho los deberes de forma correcta", lo cierto es que las irregularidades salen ahora a la luz.

Bañaderos

El Tribunal Supremo acaba de anular la Adaptación Básica al Plan General y al Texto Refundido de 2006 porque se basan en las Normas Subsidiarias de 2001, que carecían de los procedimientos adecuados. Y esto deja a la localidad en una situación delicada, ya que Arucas se ve obligada ahora a dar un paso atrás, y regirse nuevamente por el planeamiento de las Normas Subsidiarias de 1984. Esto supone un auténtico terremoto urbanístico, ya que no se tienen en cuenta recalificaciones de suelo y todas las modificaciones aprobadas durante todo este tiempo.

El portavoz de Nueva Canarias en Arucas, Gustavo Martín, ya advirtió en el último pleno que existen promociones que podrían solicitar indemnizaciones de elevada cuantía si no se les concede la licencia de primera ocupación después de construir las viviendas, sobre todo en la nueva urbanización de Bañaderos (denominada sector 3).

El alcalde, Ángel Víctor Torres, espera que esta situación no se llegue a producir. Pese a todo, Torres reconoce que se plantea una situación urbanística complicada, si bien añade que el Ayuntamiento podría reducir el pago de determinadas expropiaciones, al cambiar también la catalogación de parte del suelo municipal. En es te sentido, señala que en Tuineje (Fuerteventura) se ha dado una situación similar.

De ahí que el objetivo ahora es acelerar el nuevo Plan General, que permita poner al día la ciudad.

La intención municipal es que la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) apruebe definitivamente el nuevo Plan General este verano, por lo que se establecerá máxima prioridad. Entre otras razones, porque tanto el Ayuntamiento como el Gobierno de Canarias son conscientes de la urgencia de aprobar el nuevo documento, que acaba de cerrar con más de 200 alegaciones el periodo de exposición pública para su aprobación provisional.

El consejero Domingo Berriel y Ángel Víctor Torres coincidieron en que la empresa que recurrió en su momento el planeamiento no tiene interés en ejecutar la sentencia, pero el fallo es inapelable.