"Estamos seguros de que el duro trabajo que realiza la Guardia Civil dará pronto sus frutos", así lo indicó José Suárez, el abuelo de Yeremi Vargas ayer. "Es verdad que estamos tristes cuando vemos que llega otro 10 marzo y no aparece el niño, pero tenemos mucha esperanza de que Yeremi está muy cerca y que lo encontrarán", añadió.

"Yeremi está presente en todo lo que hacemos y seguimos muy confiados en que pronto lo tendremos aquí en su casa, donde tiene toda su ropa, aunque ahora no le serviría", indicó Ithaisa, que acaba de casarse el 23 de febrero con Jonathan Guisado en la iglesia de San Rafael de Vecindario, portando las jarras y los anillos su otro hijo Aidam y su sobrina Guacimara.

"La familia se aguanta mucho las ganas de llorar en la celebración porque sentíamos su ausencia y nos hubiera gustado que estuviera ya con nosotros", recordó en su vivienda de Los Llanos, junto a la cual desapareció sobre las 13.00 horas su hijo después de jugar. "Mi trabajo y Jonathan me han ayudado mucho y estoy muy agradecida a él porque se ha volcado con nosotros en todo lo relacionado con Jeremi", dijo Ithaisa.

También Mima Santana mantiene su esperanza de reencontrarse con su nieto, que en estos momentos tiene trece años y el 18 de julio cumple los 14. "Mi marido y mi hija están seguros y muy confiados y ojalá pronto lo veamos", comentó con su natural serenidad. "Tras el anuncio de una gratificación a quien dé pistas fiables del paradero del niño se recibieron más de 2.000 llamadas", comentó. Para la abuela de Yeremi, "aunque no han dado frutos todavía, en cualquier momento la Guardia Civil lo encontrará".

La familia está muy satisfecha tanto del trabajo de la Guardia Civil, como de la comunicación constante que tienen entre ellos. "Esta mañana han estado aquí con nosotros y no lo hacen porque llega otro nuevo aniversario sin aparecer, sino que su cercanía y desvelo es permanente", aseguraron el abuelo y la madre de Yeremi.

Por otro lado, José Suárez señaló que su vida está totalmente centrada en Yeremi. "Voy a una fiesta o a cualquier lugar y no hago nada más que mirar a ver si lo veo", comentó. "Somos capaces incluso de perdonar a quien se lo llevó con tal de ver a mi nieto, aunque sí le diría que se marchara donde no lo viera nunca más", aseguró José Suárez, quien ha estado a punto de irse a Barcelona después de recibir varias llamadas falsas de alguien que no quiso nada más que molestar y que recibió un escarmiento de la Guardia Civil", lamentó.

Abuelo incansable

El incansable abuelo, que se ha pateado todos los rincones de Gran Canaria en los primeros años de la desaparición del menor, al igual que el resto de su familia no tiran la toalla. "Seguimos esperanzados", reiteró ayer varias veces. "Volvemos a invitar a cualquier persona que disponga de una pista fiable que nos la comunique. Sigue existiendo la posibilidad de una generosa gratificación" para quien les ayude a llegar al menor, gracias al ofrecimiento que les hicieron varios empresarios en 2012.

"La aparición del niño sería el mayor regalo que nos llevaríamos todos. Seguro que no tardaremos en celebrar una gran fiesta", insistió José Suárez. "Veo a mi marido y a mi hija muy confiados y seguros. Ojalá tengan razón", manifestó más prudente Mima Santana.

Además de la Guardia Civil, la familia de Jeremi está agradecida por la disponibilidad del Ayuntamiento de Santa Lucía, de sus agentes de Policía Local y Protección Civil así como de la delegada del Gobierno en Canarias. "Gracias a la entrega y trabajo de todos ellos, y a los apoyos de amigos y familiares nos seguimos manteniendo esperanzados", indicaron Ithaisa y José Suárez, mientras juegan cerca Aidam y Aday, hermanos de Jeremi de siete años y de 18 meses, respectivamente.