"De acuerdo con el artículo 65 del Reglamento, está prohibido el ejercicio de la zona: a) En días de escasa visibilidad. b) En días de lluvia. C) En días de fuerte viento racheado". Los aspirantes a poder coger una escopeta de caza con todas las de la Ley se encontraron ayer con esta pregunta dentro de un cuestionario de aptitud para la obtención por primera vez de la licencia de caza. Un examen que constaba de 20 preguntas teóricas con una única respuesta válida, y con una segunda parte práctica, en la que el aspirante debía poner bajo su foto el nombre del ave que allí se mostraba. Valía con su denominación vulgar, aunque si se ponía el científico ya era de premio.

El examen organizado por la consejería de Medio Ambiente del Cabildo contó con 25 candidatos, de una treintena que inicialmente rellenaron la solicitud. Y entre ellos dominaba la juventud, ya que la medida podía oscilar entre los 15 y16 años, si bien la edad mínima es de 14 años. Y había varios en ese límite.

Los interesados en portar un arma por primera vez tienen que demostrar una formación básica sobre la materia. Especialmente, porque se trata de jóvenes. Así como las reglas básicas en este deporte, según el jefe de servicio de la Consejería, Santiago Caro, quien resalta el carácter práctico de esta prueba, cuyos resultados estarán listos hoy.

De las 20 cuestiones teóricas, los asistentes debían contestar correctamente a 18. Las preguntas variaban entre las características de la paloma rabiche, los morraleros o auxiliares, las zonas de seguridad, las artes prohibidas para cazar, las armas y hasta de las áreas en las que se han registrado incendios epidemias o sequías, así como de las inspecciones a las que están sometidos durante la actividad.

Celebración deportiva

A su vez, deben acertarse ocho de las diez imágenes de aves. Entre las cuales se encontraban la foto de una perdiz moruna, la codorniz, la tórtola, un cernícalo, la paloma rabiche, un ratonero, el alcaraván, el búho chico, el mirlo y un canario silvestre.

Cada año se realiza una o dos convocatorias, siempre antes de la temporada de caza de verano. Y de todas las personas que se presentan, casi un 85% obtiene la licencia. La mayor parte de ellos ya cuenta con experiencia de salir al campo con otras personas, aunque sin poder portar el arma.

Entre los examinadores en esta prueba, celebrada en el albergue de San Antonio Abad, de Las Palmas de Gran Canaria, se incluye un representante de la Federación de Caza, el Gobierno de Canarias, las sociedades de cazadores y de la institución insular.

Mientras, la consejería de Medio Ambiente tiene previsto recuperar el Día del Cazador, con el fin de poner en valor la riqueza cinegética de Gran Canaria, además de dar respuesta a una vieja demanda de los aficionados a este deporte. Y, a su vez, realizará una serie de cursos formativos, con el fin de proteger, conservar, fomentar y ordenar el aprovechamiento de la fauna insular.