Arucas hundirá barcos mercantes de unos 150 metros de longitud en la costa Norte para atraer a submarinistas aficionados y crear un gran negocio a su alrededor, que tendría como epicentro la playa de El Puertillo. La Asociación de Ciudadanos para el Desarrollo de Arucas y Norte de Gran Canaria (Aciudesa) ultima de la mano de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria el proyecto definitivo para instalar unos seis grandes arrecifes artificiales entre el límite costero de Las Palmas de Gran Canaria y Guía. El objetivo es potenciar un negocio turístico que atrae a 90.000 turistas cada año al Archipiélago, que gastan durante su estancia 100 millones de euros.

El proyecto podría ser una realidad en muy poco tiempo, y sin coste alguno gracias al apoyo de distintas Administraciones y de empresas privadas. La Facultad de Ciencias del Mar ha comenzado a hacer el estudio de impacto ambiental que les exige la Demarcación de Costas para acometer esta iniciativa, que ya fue expuesta esta semana durante una charla a los vecinos de El Puertillo, en Arucas. El objetivo de este colectivo sin ánimo de lucro que lleva un año trabajando en la idea es sumergir el primer buque a 700 metros de esta playa y a unos 30 metros de profundidad, sobre un lecho arenoso.

Pero la propuesta es mucho más ambiciosa, ya que se pretende instalar unos seis arrecifes con barcos descontaminados y en desuso entre Punta del Camello (a la altura de la zona industrial de Montaña Blanca) y Punta Guanarteme (Guía), aunque su ubicación dependerá de las conclusiones de la Universidad.

Nicho de negocios

Los promotores pretenden que El Puertillo se conviertan en el centro de toda esta actividad náutica, generando riqueza, empleo y una alternativa económica para pescadores y empresarios a su alrededor, y favoreciendo la apertura de establecimientos hoteleros y una nueva fuente de vida bajo el mar.

La propuesta ha experimentado en el último mes "un acelerón" tras la firma del convenio con la Universidad, según el grupo de trabajo formado por el marino jubilado José Luis Medina, el arquitecto Ismael Quevedo y el capataz forestal Jorge Guerra, que no quieren ponerse plazos. Aciudesa habla de que en torno a este proyecto se plantea impulsar la creación de un embarcadero para facilitar el atraque de los barcos que usarán los submarinistas. Una alternativa que ya está recogida en el nuevo Plan General de Ordenación de Arucas, que está en su fase final y que podría estar aprobado en verano. A su vez, se baraja redactar un plan de uso y gestión de la zona, para visualizar un modelo de negocio a su alrededor, e incluir servicios como aparcamientos y hospedaje. Todo ello será compatible con la pesca. Incluso, se plantea la posibilidad de impulsar cooperativas de pescadores para prestar servicios a los buceadores.

Los promotores hablan de que esta es una idea pionera para toda la zona, y que puede ser un revulsivo para Arucas y para el resto de municipios de la costa Norte.

Aciudesa asegura que ha mantenido contacto con la Autoridad Portuaria, que se ha comprometido a ceder barcos abandonados para este proyecto; Comandancia de Marina; y empresas como Astican y Boluda, que colaborarán para el traslado de estos nuevos arrecifes, que se hundirán en la zona cuando estén descontaminados; así como con Costas, que pidió un segundo informe ambiental, que es el que ahora está redactando la Facultad de Ciencias del Mar, aunque sin ponerles impedimentos que no sean salvables. A su vez, pretenden que la Mancomunidad del Norte se sume a esta iniciativa, que cuenta con el respaldo inicial del Ayuntamiento de Arucas.

100 millones de euros

La asociación sin ánimo de lucro se ha propuesto atraer a una parte de los cerca de 90.000 turistas que llegan a Canarias para explorar sus fondos marinos. Un turismo, "que pretendemos desviar al Norte", según dicen. Se estima que cada uno de ellos deja una media de 1.000 euros, por lo cual se calcula que el negocio que generan durante su estancia se aproxima a los 100 millones de euros.

L a idea de instalar arrecifes artificiales supone también un paso para regenerar los fondos marinos del Norte, ya que a su alrededor se consigue multiplicar la flora y fauna.

La asociación forma parte del Grupo de Acción Costera de Gran Canaria (junto al Gobierno Canario, ayuntamiento de la capital y otras Administraciones), que recibe fondos de la Unión Europea para este tipo de actuaciones.