Sin noticias de su autor. Las manos que tornaron la imagen del San José de la iglesia de San Gregorio de Telde siguen siendo, a día de hoy, una incógnita para Antonio María González Padrón, cronista oficial del municipio. Si bien en principio y según algunas publicaciones la paternidad de la figura se le otorgó a Luján Pérez, el estilo y los ropajes denotan otra realidad para el historiador de la ciudad de los faycanes: del creador del patrón de los padres nada se sabe con certeza.

"La imagen es anterior al siglo XIX; ya en 1753 se hablaba de ella, siendo en un principio una imagen de vestir", explica González Padrón ante un fragmento del libro de Pedro González Sosa, El imaginero José Luján Pérez. Noticias para una biografía del hombre, en el que se menciona la creación de un San José en 1813, por encargo de don Antonio Betancor Ruano.

"Del San José se dice que al principio solo estaban hechas la cara y las manos y que el resto del cuerpo era de cimbra de madera, sobre el que ponían los ropajes", cuenta el cronista frente a la iglesia en la que a día de hoy mora la figura. "En 1818 es cuando se habla de que fueron deshechas las capas del patrono, así como las túnicas", añade con fidelidad a los documentos que porta en sus manos.

Varias son las conclusiones del también director de la Casa Museo León y Castillo. ¿Quién hizo la talla? Se desconoce, pues cuando se hace mención por primera vez al San José de la parroquia de Los Llanos faltaban tres años para que el imaginero viniese al mundo. No obstante, el legado y el estilo del famoso escultor y arquitecto nacido en Guía en 1756 están presentes en la imagen gracias a su alumno más aventajado, Manuel Hernández, conocido popularmente como el Morenito.

"Lo que yo creo es que el Morenito se llevó la figura del santo a Las Palmas de Gran Canaria y allí lo que hizo fue ponerle ropaje de paños engomados (tela acartonada que simula los pliegues del textil y que después son pintados). Tan solo lo adaptó a los nuevos usos y costumbres de la época", concluye, no sin antes dar unas últimas pinceladas que arrojen mayor claridad a la enmarañada procedencia del santo de los padres que parece tener más de un progenitor.

A pesar de que en su obra Telde, sus valores: arqueológicos, históricos y religiosos, Pedro Hernández Benítez mantiene que la producción del San José se le deba a Luján Pérez, "porque así lo vio en un escrito", lo cierto es que González Padrón asegura que en los documentos que él mismo ha visto, Antonio Betancor Ruano no encargó la construcción de un San José, sino que sufragó los gastos de la estatua que tenía en su casa y una vez que pasó por las manos de Manuel Hernández, el Morenito, llegó a la iglesia de San Gregorio.